En el post anterior se expuso cómo la utilización de la corteza de pino como componente del sustrato de jardines, huertos y viveros significaba una solución ecológica, económica y eficiente que permite reciclar desechos forestales que de otro modo se habrían convertido en factores de contaminación, a la vez que ayuda a mejorar la calidad del suelo en que se crían las plantas. Estos beneficios y otros más se pueden obtener también cuando se recurre a ese material orgánico para su uso como acolchado del suelo de un jardín o un huerto.
Se debe recordar que con el nombre de acolchado o «mulching» se designa a la capa protectora que se extiende sobre el suelo donde se encuentran los cultivos, con el fin de impedir que el terreno quede expuesto al contacto con el aire y otros elementos de la naturaleza, lo que disminuye los requisitos de mantenimiento mientras se le agrega un valor estético distinto al lugar.
Esta técnica agrícola permite el uso de distintos materiales que pueden ser empleados en la preparación de un acolchado, tanto de origen inorgánico (plásticos y rocas) como de origen orgánico, siendo este último grupo el que incluye a los residuos forestales como la corteza de pino.
Este material se puede obtener en bruto y a granel en aserraderos y carpinterías, o como producto procesado que se vende en viveros y tiendas especializadas, en bolsas de 5 a 50 litros. Por lo general, la presentación comercial resulta más atractiva para su empleo en jardines, gracias al menor tamaño de sus granos que le da un aspecto más homogéneo una vez dispuesto sobre el suelo.
Corteza de Pino como acolchado: Ventajas
- Como todo residuo de madera, la corteza de pino ofrece una descomposición más lenta, aumentando su durabilidad si se la compara con la de otros acolchados orgánicos.
- Este material impide el calentamiento del suelo, un factor importante a la hora de conservar la humedad del suelo, sobre todo en las épocas de altas temperaturas. Esta característica ayuda a reducir las frecuencias y volúmenes de riego.
- Un acolchado elaborado con corteza de pino también protege al terreno del frío extremo y los cambios climáticos bruscos.
- La corteza de pino impide la proliferación de las malezas, que necesitan de espacios descubiertos de terreno para ocupar.
- Por ser un acolchado de materia orgánica, la corteza de pino aportará al suelo valiosos nutrientes a medida que se vaya descomponiendo.