Las enfermedades causadas por distintas especies de hongos suelen atacar a la mayoría de las plantas que ornamentan jardines, patios y balcones, de un modo tan rápido y agresivo que pueden enfermarlas e incluso matarlas en poco tiempo. Por ese motivo es necesario conocer cuáles son los factores ambientales y climáticos que favorezcan la aparición y desarrollo de estos peligrosos parásitos.
El oídio y la roya son algunos de los tipos de infecciones más conocidos en jardinería, por lo que a continuación se verán algunas características de los mismos, las especies vegetales más afectadas y los métodos preventivos adecuados.
La enfermedad del oídio es la manifestación del ataque de hongos pertenecientes a los géneros oidium, podosphaera, erysiphe, sphaerotheca, etc., y se caracterizan por afectar plantas decorativas como el crespón, el crisantemo, la begonia, la caléndula, el evónimo y la zinnia, entre otras.
Sus síntomas pueden apreciarse en las hojas, ramitas y pimpollos florales que se cubren con una capa blanca de aspecto harinoso en forma de estrella que desaparece al pasar los dedos, dejando ver una mancha amarillenta.
La formación de dicha eflorescencia blancuzca corresponde al tallito del parásito que forma una verdadera maraña sobre la superficie afectada, la que es penetrada por diminutos filamentos chupadores que se encargan de absorber los nutrientes de las células de la planta atacada.
Una vez que el hongo fructifica produce las esporas de propagación que son muy resistentes a los factores ambientales adversos, asegurando su supervivencia.
La deformación de las hojas es otro signo de que la planta se encuentra afectada por este hongo.
El desarrollo del oídio se puede ver favorecido por la existencia de grandes diferencias de temperatura entre las máximas y mínimas del día y la noche, la formación de tejidos blandos por el exceso de fertilización con sustancias nitrogenadas, y la ubicación de la planta en ambientes sombríos y poco ventilados.
Para prevenir el ataque de estos parásitos se pueden utilizar productos fungicidas azufrados como el caldo bordelés o el triadimefón de acción sistémica, aunque este último también puede aplicarse para combatir al hongo una vez que ya se ha detectado su presencia.
Roya: Síntomas, prevención y curación
Con el término roya se incluye a distintas especies de hongos diminutos pertenecientes a los géneros taxonómicos puccinia, uromyces, pragmidium, o pucciniastrum, capaces de desarrollarse en los espacios de las células de los tejidos atacados de una planta, desde donde emiten pequeños filamentos chupadores.
El listado de sus víctimas incluye crisantemos, geranios, malcones, achiras, y rosales, entre otras plantas.
Esta enfermedad se caracteriza por la aparición inicial de pequeñas manchas cloróticas sobre el haz de la hoja, que luego se agrandan hasta marchitar la hoja. En el envés se pueden apreciar pústulas redondas de color amarillo, rojo, marrón o naranja.
La generación y desarrollo de los hongos causantes de la roya pueden verse favorecidos por una alta humedad ambiental y la poca ventilación, sobre todo en aquellas plantas que se cultivan muy juntas y apretadas unas con otras.
Esta enfermedad puede prevenirse con productos azufrados como el sulfato de cobre o el caldo bordelés. Para curar las plantas ya infectadas, se puede aplicar fungicidas sistémicos como triforine y oxicarboxin, en las proporciones recomendadas por el fabricante.
