«Para algunos la tierra no es más que tierra» dijo Atahualpa. La tierra se compone de sales y minerales. No obstante, como se sabe, todo exceso es malo, y en el caso de las sales, su presencia exagerada puede impedir el crecimiento de los cultivos de forma contundente. El modo en que se calcula la salinidad es midiendo la conductividad eléctrica del suelo, dado que la sal se compone de iones de carga negativa que se enlazan a otros de carga positiva.
Hablábamos de efectos: los suelos en exceso salinos hacen difícil a las raíces la absorción del agua. Ocurre que la predominante presencia de sales obstruye la capacidad de las plantas de nutrirse, y las obliga a realizar un esfuerzo, en muchas ocasiones, fatal. Por otro lado, si notas quemados los bordes y puntas de las hojas, es posible que tu planta esté intoxicada por exceso de salinidad, dado que absorbe en el agua sales perjudiciales, como el boro o el sodio.
Elementos que alteran la salinidad de los suelos
Los suelos pueden verse afectados en sus proporciones de salinidad por el agua de riego, en caso de que ésta posea una cantidad de sales incompatible con la tierra a regar. Además, no debe aplicarse cualquier abono al suelo, principalmente, aquellos fertilizantes que posean en alto grado sulfato de amonio o cloruro de potasio.
Corrección de la salinidad excesiva del suelo
El riego metódicamente proporcionado es la mejor manera de prevenir y remediar el exceso salino en la tierra. Un riego abundante cumple un rol purificante en el suelo. Por supuesto, tampoco hay que excederse en el riego, hay que, sí, consultar con especialistas sobre la incidencia del tipo de cultivo, del clima y del tipo de suelo.
Prevención del exceso de salinidad en los suelos
El exceso salino en los suelos se hace evidente porque la superficie de la tierra está reseca, como se reseca la piel, la tierra queda resquebrajada en inhóspita. Un ejemplo puede verse en los bosques chaqueños, en Argentina: otrora conocido como «El impenetrable» por su frondosidad, se encuentra actualmente con extensos baches de tierra seca. La causa: la tala indiscriminada de árboles.
Es que para prevenir la salinidad de los suelos nada mejor que la abundancia vegetal, sobre todo de árboles. Las raíces de los árboles regulan los niveles de agua subterránea. Plantar árboles y arbustos en tierras de cultivo ayuda entonces a conservar los niveles de salinidad, y a optimizar la calidad del suelo en general. Para más información sobre el tema puedes visitar el siguiente enlace.