Lucir un césped verde y saludable durante las épocas cálidad del año demanda un trabajo de mantenimiento habitual que busca mantener un equilibrio entre el aporte de agua, las condiciones del suelo y los nutrientes en un jardín. Si esto no sucede, pueden crearse las condiciones favroables a la aparición de hongos.
Existentes diferentes especies de hongos que pueden crecer y desarrollarse en la grama, todas las cuales crecen en relación con la cantidad de agua que hay en su jardín, así como el tipo de clima que puede ayudarlos a aparecer y prosperar.
Los hongos también pueden tener la oportunidad de crecer si el suelo no se encuentra equilibrado de fertilizante o compost al principio de la temporada.
Algunos de los síntomas que pueden revelar la presencia de hongos en el césped incluyen la aparición de machas o parches de color amarillo, rojo o naranja en la superficie verde. Otros tipos de hongos también pueden extenderse desde las puntas de la hierba, causando la formación de hojas de color parduzco.
Sin importar el tipo de hongo que comience a crecer en la grama, debe tenerse siempre presente de que los indicios sólo son una señal de que el problema recién comienza, ya que puede extenderse sobre toda la superficie cultivada, privando a las plantas de los nutrientes y la humedad que necesitan para sobrevivir. Afortunadamente, hay maneras de evitar que estos visitantes indeseados aparezcan y terminen adueñándose del jardín.
La primera medida para prevenir la aparición de este problema es mantener el césped seco. Esto es importante ya que la mayoría de los hongos comenzarán a formarse después de que el invierno haya terminado o durante el otoño. Si la humedad adicional producto de las heladas o la nieve no se seca del todo o si hay demasiada sombra, se crea un ambiente perfecto para que los hongos crezcan.
Una manera de evitar esta acumulación de humedad consiste en cortar el césped casi al ras antes de la llegada del invierno, con el fin de que la hierba se mantenga aireada y que no se creen depósitos de humedad.
También es recomendable efectuar los riegos durante la mañana para que el pasto tenga tiempo para secarse durante el resto del día gracias al sol. Si el pronóstico anuncia que la jornada no va a ser cálida y soleada, es mejor suspender el riego hasta que se den las condiciones climáticas adecuadas.
Una vez que el hongo se hace presente en el césped, se puede recurrir a diferentes productos caseros que pueden ayudar a matarlos, al quitarles la humedad que favorece su crecimiento.
Una de estas soluciones es una mezcla de polvo de hornear con agua, que sólo debe rociarse sobre el área donde se encuentra el hongo. También se puede utilizar la harina de maíz común extendiéndola sobre la zona afectada.
Existen fungicidas comerciales que pueden combatir estas amenazas con eficacia, pero para asegurarse un resultado exitoso es conveniente asegurarse sobre cuál es el tipo de hongo presente en el jardín, ya que no todas las enfermedades causadas por estos organismos pueden controlarse con esos productos.
Prevenir hongos en el césped: Uso de fertilizantes y mulching
Antes de aportar fertilizante en la primavera es mejor asegurarse de que el mismo contiene algún tipo de ingrediente preventivo de hongos. Esto, así como la aplicación de mulching, equilibrará los nutrientes en el suelo con el fin de evitar la aparición de enfermedades de origen fúngico.
Muchas veces, es mejor asegurarse de que haya niveles equilibrados de nitrógeno en el suelo y el césped. Si hay demasiado nitrógeno, o no lo suficiente, es muy posible que los hongos hagan su aparición.