Pertenecen a la familia de Pteridofitas. Su origen varía según la especie, existen helechos originarios de zonas tropicales, ecuatoriales y mediterráneas. Por su elegancia y su llamativo follaje, los helechos son elegidos para decorar interiores, balcones o pequeños jardines exteriores.
Cultivo y cuidados
El helecho es una planta con gran capacidad de adaptación y sus cuidados no implican demasiado esfuerzo. Es importante que se encuentre en lugar protegido del sol intenso, aunque también no este en un sector del todo sombrío.
La temperatura ideal es entre los 12º y 18º. La calefacción muy intensa los degrada hasta secarlos.
El crecimiento óptimo del helecho se produce en sustratos ligeros y porosos, es indispensable que la base almacene bien el agua. El riego es fundamental para que el helecho crezca bien y no pierda sus nutrientes. Aplicarle abono de fertilizante líquido cada quince días es un muy buen complemento.
Reproducción, multiplicación
Los helechos están desprovistos de semillas y su reproducción se da por medio de esporas. La clave de la reproducción se encuentra en los frondes, que son las hojas de los helechos. En estas se ubican los soros, cuerpos reproductores de los helechos, que a su vez contienen receptáculos de esporas y una vez maduros proceden a la creación de un nuevo helecho.
Dentro de los invernaderos climatizados se logra la multiplicación de los helechos. Existen diversos métodos: multiplicación de semillas, reproducción por esporas, división de plantas y separación de estolones. Algunas especies funcionan muy bien con el cultivo in vitro.