Los repollitos de Bruselas o coles de Bruselas (Brassica oleracea var. gemmifera) es un cultivar de repollo que se caracteriza por sus pequeñas dimensiones, su muy buena resistencia al frío y por su riqueza en vitaminas y minerales.
Se trata de una planta bianual cuyo tallo puede llegar a medir cerca de 70 centímetros, del cual surge una serie de hojas largamente pecioladas. Los repollitos o pequeñas coles se forman en las axilas de las hojas laterales, donde se encuentran unas yemas foliáceas que se hipertrofian a medida que avanza el ciclo vegetativo.
Estos brotes que aparecen en el tallo alcanzan por lo general entre 2,5 y 4 centímetros de diámetro, y son muy apreciados en gastronomía por su sabor particular y por su aporte de Vitamina C, Vitamina B-Compleja, betacarocina, ácido fólico, calcio, potasio y hierro.
El suelo es uno de los factores más importantes a la hora de cultivar repollitos de Bruselas, ya que estas hortalizas crecen mejor en sustratos de textura media, que no sean muy ricos en nitrógeno, ya que esto puede inducir a un excesivo desarrollo foliar, lo que a su vez se traduce en un menor número de coles a cosechar.
Una de las características más destacables de esta planta es su rusticidad, que le permite crecer mejor en climas donde predominan las bajas temperaturas, que incluso contribuyen a mejorar la calidad de su producción. Por ello se suele recomendar sembrarlos en almácigos bajo cubierta durante la temporada invernal, en lugar de hacerlo a principios de primavera en terrenos abiertos.
Una vez que los plantines hayan enraizado lo mejor posible y midan alrededor de 15 centímetros de alto, ya se encuentran en condiciones de ser implantados al aire libre.
Los repollitos de Bruselas son muy agradecidos si se le realizan trabajos de aporcado cada quince días, consistentes en recoger tierra en el entorno de las plantas y amontonarla junto a ellas hasta formar pequeños montículos con la ayuda de una asada. Esta tarea ayuda a proteger el tallo del viento frío, evita que las hojas reciban luz solar en demasía y estimulan al mismo tiempo el crecimiento de las raíces.
Para evitar que los tallos sufran daños durante su crecimiento, es conveniente entutorar las plantas, principalmente en aquellas zonas geográficas en las que se registran vientos fuertes.
Repollito o col de Bruselas: Riego y cosecha
Respecto de sus necesidades de agua, el repollito de Bruselas puede demandar una cuota regular de riego, teniendo cuidado de que no se produzca la inundación o saturación del terreno.
Generalmente, las primeras coles pueden obtenerse a finales del verano o a los 90 o 160 días de la siembra. La cosecha debe realizarse cuando los brotes aún son pequeños, cuando apenas han madurado, siguiendo un orden de abajo hacia arriba, dejando algunos repollitos en la parte superior.