Las mesas de cultivo ofrecen la posibilidad de disponer de un huerto en espacios pequeños como terrazas y balcones. Afortunadamente, existen en el mercado modelos con una interesante variedad de diseños y materiales que se adaptan a los bolsillos, lugares y gustos de los usuarios, e incluso es posible emprender su construcción por cuenta propia.
Es posible comprar mesas de cultivo de PVC, metal galvanizado o madera. Los dos primeros materiales son los preferidos por quienes buscan una estructura más durable y con menos demanda de mantenimiento, aunque también presentan la desventaja de acumular demasiado calor estando a pleno sol en verano (sobre todo las metálicas), o están hechas con láminas demasiado delgadas que no pueden soportar pesos mayores (principalmente en las plásticas).
Las mesas de cultivo de madera son consideradas por muchos como una alternativa más económica y ecológica, aunque el hecho de que deban colocarse a la intemperie y contener sustratos húmedos exige que se tomen algunas medidas para protegerlas mediante un buen tratamiento aislante para evitar que se pudran o deterioren.
Si se tiene una mesa de cultivo de madera, y antes de comenzar con el volcado del sustrato, se recomienda forrar el interior de la misma con una tela geotextil antihierba con el fin de evitar que la tierra se caiga a través de las hendijas de las uniones de las tablas. Esta medida es necesaria en el caso de las mesas de PVC o metal.
En todos los casos, y con el fin de mejorar el drenaje, es aconsejable depositar tierra volcánica en todo el fondo del contenedor.
Mesa de cultivo: Sustrato y ubicación
A continuación, se procede a rellenar el espacio con el sustrato, asegurándose de que el mismo ofrezca una buena capacidad de aireación de las raíces, posea una equilibrada retención de agua y que facilite el drenaje del líquido elemento excedente.
Para el caso de las mesas de cultivo, el sustrato más indicado es el compuesto por un 40% de fibra de coco y 60% de humus de lombriz (también puede ser 50 y 50). Esto se debe a que tiene un peso total menor al de otros suelos y evita que se sobrecargue la mesa y la superficie sobre la que se instalará. Asimismo, la fibra de coco aporta esponjosidad y mayor retención de humedad al sustrato.
Otro factor a tener en cuenta es la exposición al sol que tendrá la mesa de cultivo, ya que esto influirá en cuáles serán las hortalizas que se cultivarán.
Muy bueno! Es un proyecto que se puede hacer en familia
Preciosas! Me encantó este artículo.