Mallas o telas antihierba: Ventajas, desventajas y colocación

La malla antihierba es una tela de superficie porosa que se utiliza principalmente en invernaderos, viveros y jardines con el fin de evitar el desarrollo de malas hierbas, además de proteger a las plantas de la humedad excesiva del suelo, economizar el agua de riego, reducir las demandas de mantenimiento y extender las temporadas de cultivo.

malla antihierba

Este accesorio de jardinería consiste en una tela de superficie porosa tejida con cintas de polipropileno y muy duraderas que puede adaptarse a cualquier terreno, facilitando los trabajos de instalación. El tamaño de los poros está destinado a favorecer la filtración del agua y los fertilizantes, pero al mismo tiempo son lo suficientemente pequeños como para evitar que las semillas germinadas de la maleza puedan crecer.

En la actualidad existe una amplia oferta de mallas antihierba, que difieren en cuanto a la calidad del material o a la porosidad de su superficie. El primer punto es importante, ya que de ello dependerá el tiempo que podrá permanecer en el jardín antes de que su deterioro por efecto de la luz y calor solares, o por otros factores ambientales, obliguen a su reemplazo.

Como se mencionó anteriormente, el uso de la malla antihierba en un jardín no sólo inhibe el crecimiento de la mayoría de las malas hierbas, sino que también ayuda a extender la temporada de cultivo. Para ello se instala la tela plástica un mes antes de plantar, para que su color oscuro absorba la luz solar y eleve la temperatura por debajo del suelo.

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Esta simple medida permite que se puedan hacer trasplantes o sembrar semillas tres semanas antes de lo usual, aunque para que los mismos crezcan sin problemas en ningún momento deben dejarse de lado las medidas de protección contra el frío extremo y las heladas.

Un punto en contra de la malla antihierba lo representa el hecho de que puede dificultar la aireación natural de la tierra, ya que una trama muy estrecha puede impedir el paso, por ejemplo de las lombrices, que con sus túneles permiten una mejor penetración del aire y el agua en las capas de suelo, además de facilitar el alojamiento de más microbios capaces de degradar pesticidas y fertilizantes.

Por otro lado, si bien puede evitar el crecimiento de la mayoría de las malas hierbas, existen algunas especies más agresivas capaces de atravesar la tela, por lo que se sugiere una constante observación para detectar su presencia y eliminarlas de inmediato.

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Malla antihierba: Colocación

El primer paso para instalar una malla antihierba en un terreno consiste en limpiar al mismo, retirando todo lo que esté creciendo y las ramas, piedras y otros desechos que podrían rasgar la tela una vez colocada, algo que volvería inútil todo el trabajo porque la maleza puede aprovechar esos agujeros para crecer por encima de la red.

malla antihierba2

A continuación, se corta la malla con las formas y dimensiones que mejor se adapten al terreno a cubrir, y se va colocando los paños superponiéndolos unos 15 centímetros para asegurarse de que no queden espacios libres. Para evitar que el viento mueva las piezas de su lugar, se puede colocar algunas piedras encima hasta que se termine la instalación.

Concluida la tarea, se fija la malla antihierba al suelo con estacas (se comercializan de metal o plástico), se entierran los bordes en una zanja y se cubre todo con mantillo o grava, teniendo la precaución de no dejar partes al descubierto, ya que la exposición directa a la luz solar puede degradar más rápido el material plástico de la tela.

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Ruben
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