El duraznero (o melocotonero) es un frutal hermoso por sus flores en primavera y sus deliciosos frutos en verano. Si tienes el espacio para plantarlo, no requiere demasiados cuidados y se adapta a muchos climas y suelos. En esta nota, compartimos información sobre sus características y cómo plantar y cuidar un duraznero.
El duraznero, también conocido como melocotón, melocotonero, o piesco es un árbol frutal de verano, originario de China. Pertenece a la familia de las rosáceas que crecen en regiones cálidas en todo el mundo. Su nombre científico es Prunus pérsica, y está emparentado con los ciruelos, cerezos y almendros, todos ellos de la familia prunus.
Este árbol puede alcanzar una altura de 6 metros, su corteza es lisa y cenicienta. Sus raíces son ramificadas y superficiales. Posee hojas simples, lanceoladas de 7 a 15 centímetros de longitud. Para su cultivo debes elegir un lugar con abundancia de luz solar, suelos de PH neutro y buena capacidad de drenaje. Es importante preveer la distancia que deberá existir entre los árboles adultos al sembrar, en la mayoría de los casos hablamos de 5 mt entre cada árbol y como distancia entre líneas.
Debemos plantar el duraznero en una zona protegida de las heladas y soleada. La mejor época para plantarlo en el jardín es a final del invierno, cuando pasen las heladas más duras, así sus raíces tendrán tiempo de asentarse en su nuevo suelo. El suelo debe ser muy fresco, estando húmedo durante la época de crecimiento. Regaremos con más frecuencia en verano, para que los frutos engorden, aunque debemos tener cuidado con asfixiar sus raíces con el encharcamiento de la tierra.
Necesita protección frente a las heladas fuertes, el sustrato deberá estar fresco, nunca encharcado, porque se asfixiará. No dejar secar mucho. A pleno sol fructificará mejor, pero para tener esplendor necesita semi-sombra. Evitar la sequía en el sustrato. No mojar flores, frutos ni hojas durante el riego. En verano, regar frecuentemente para aumentar la producción de melocotón.
Sus flores de color rosa a rojo miden de 2 a 5 cm de diámetro y nacen a finales del invierno y principios de primavera. Su fruto llamado durazno, piesco o melocotón contiene una única semilla encerrada en una cascara dura llamada hueso, con una piel fina y aterciopelada, su carne es amarilla muy jugosa de sabor dulce y posee una aroma delicado. Es rico en minerales, potasio, fosforo, magnesio, cinc y selenio. Muchas de sus propiedades se encuentran en la piel, es ideal comer este fruto sin pelar, una vez bien lavado. Deben comerse frescos y cuando estén bien maduras.
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