La salvia escarlata o Salvia splendens, es una planta herbácea perenne originaria de Brasil que ofrece una floración profusa y prolongada, que es muy usada con fines ornamentales, debido a la variada gama de colores de sus flores, que van desde el tradicional rojo brillante, al blanco, salmón o morado de sus variedades comerciales más conocidas.
Los ejemplares de la salvia escarlata son un buen recurso para adornar camas, bordes, cottage gardens, y jardines de flores. También se las puede utilizar en formaciones compactas en macetas grandes y otros tipos de contenedores.
Se trata de una especie subtropical que crece muy bien en aquellos lugares donde impera un clima anual cálido, siendo muy sensible a las bajas temperaturas. Por ese motivo, se debe sembrar las semillas en bandejas a salvo del frío, 6 u 8 semanas antes de la última helada.
Una vez pasado el tiempo de las temperaturas congelantes, se puede colocar los plantines en terrenos medianamente enriquecidos, húmedos y bien drenados, ubicados a pleno sol (en climas fríos) o a semisombra (si la zona es de veranos muy cálidos). Durante el otoño se pueden retirar varias plantas para colocarlas en macetas, o bien tomar esquejes a fines del verano para que puedan pasar el invierno en el interior de la vivienda, preferiblemente en una ventana bien expuesta a la luz del sol.
La salvia escarlata presenta pocas exigencias en materia de riego y nutrientes, requiriendo solo la dosis justa de agua para mantener la tierra fresca. En este punto hay que tener en cuenta que las variedades más grandes con raíces profundas necesitan menos agua que las variedades enanas.
Aunque no es muy exigente en materia de cuidados, la salvia escarlata necesita un poco de ayuda para tener una buena ramificación, para ello se les debe pinzar el ápice cuando aún son pequeñas. Asimismo, las flores marchitas deben podarse a menudo para que la planta mantenga un buen aspecto. Si durante se observa que las flores se caen durante una larga temporada y dejan al descubierto numerosas espigas peladas, será necesario hacer un profundo trabajo de corte para que su nuevo crecimiento sea más vigoroso.
Las variedades comerciales de selección de esta especie, si bien suelen poseer una gran belleza, tienen la desventaja de no atraer a los colibríes o mariposas, al contrario de lo que sucede con la mayoría de las otras especies de este género, como es el caso la salvia escarlata silvestre.
