Plantas para terrazas y patios: El floripondio (Brugmansia suaveolens)

El floripondio (Brugmansia suaveolens), también conocido como trompetero, trompeta de ángel blanco o lágrimas de ángel, es una llamativa especie silvestre originaria de América del Sur que suele cultivarse como planta ornamental en jardines o en contenedores en terrazas y patios en zonas climáticas cálidas.

Por lo general, se desarrolla como pequeño árbol o arbusto que puede crecer hasta una altura máxima de 1,5 a 3 metros. Su tronco suele ser muy ramificado y las hojas son de forma ovalada, de 25 centímetros de largo por 15 centímetros de ancho, aunque pueden ser más grandes si el espécimen se cultiva en un área sombreada.

La floración es sin dudas el principal atractivo de la Brugmansia suaeolens, con flores abundantes, muy bellas y de dulce fragancia, que suelen estar presentes durante la primavera, el verano y el otoño en las regiones tropicales y subtropicales, mientras que en climas más fríos suelen florecer durante dos o tres meses del verano cuando se las saca al aire libre.

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Las flores de esta planta suelen medir alrededor de 25 centímetros y tienen forma de trompeta. Por lo general son blancas, aunque también puede darse el caso de que adquieran un color amarillo o rosa. El floripondio se puede cultivar en interiores en zonas climáticas frías para estar a salvo de las heladas, aunque en esas circunstancias es muy poco probable que lleguen a producir flores.

Al igual que otras especies de crecimiento rápido con hojas grandes, es conveniente que cuente con un poco de protección contra el viento, así como del sol caliente de la tarde. A este arbusto le gustan los suelos enriquecidos con materia orgánica y frecuentemente húmedos, además de una buena fertilización cuando se encuentra en pleno crecimiento.

Floripondio (Brugmansia suaveolens): Multiplicación por esquejes

La técnica de propagación del floripondio más utilizada es a partir de esquejes, aprovechándose los cortes más gruesos para cultivarlos en zonas con niveles más bajos de humedad. Esta especie permite que se obtengan varias estacas o cortes de una sola rama. Para hacer esto, se debe cortar el tallo en secciones de 15 a 20 centímetros de largo, asegurándose de que cada una de ellas contenga al menos tres o cuatro nudos. A continuación, se espolvorea cada esqueje con una hormona de enraizamiento y se lo planta superficialmente con los nudos hacia arriba en tierra prehumedecida en un plato de maceta  o bandeja.

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Foto: Prenn

Los gajos deben mantenerse a una temperatura de alrededor de los 22°C, algo que puede lograrse cubriendo holgadamente los cortes con alguna envoltura plástica. Es necesario controlar la temperatura con cuidado para evitar un calentamiento excesivo.

De este modo, las nuevas plántulas de floripondio brotarán de cada uno de los nudos en crecimiento. Una vez que estén en marcha, se pueden separar del corte y replantar en sus propias macetas para el invierno.

Ruben
Ruben

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