Se conoce como Phlox subulata o phlox musgoso a una especie floral de la familia de las familia Polemoniaceae, originaria del este y centro de Estados Unidos, que es ampliamente cultivada en distintas partes del mundo como atractivo cubresuelo.
Esta planta crece generalmente entre los 15 y 30 centímetros de alto y puede cubrir un área de 50 centímetros de diámetro. Es una especie perenne que forma esteras o cojines de hojas peludas y lineales. Las pequeñas flores de cinco pétalos brotan en rosa, malva, azul, lavanda, rojo o blanco (dependiendo del cultivar) a finales de la primavera y hasta principios del verano. Las variedades de flores más oscuras tienen hojas de color verde oscuro o rojo que se oscurecen a borgoña en invierno.
La Phlox subulata es una especie vigorosa y de bajo mantenimiento, que sirve para cultivarse en jardines rocosos, bancos empinados y secos, o formando cascadas sobre paredes o en contenedores en exteriores. Algunos cultivares crecen muy lentamente, otros son vigorosos.
La reproducción de esta planta se puede realizar a través de esquejes en primavera o por división de raíces a principios de otoño o invierno.
Para cultivar la Phlox subulata a partir de semillas es mejor hacerlo al aire libre, sembrándolas y cubriéndolas ligeramente en el otoño. Debe demorar alrededor de 4 a 7 semanas en germinar. Las plántulas pueden luego ser trasplantadas en primavera (o en otoño si se trata de cultivares de crecimiento lento). Deben espaciarse unos 15 centímetros (variedades pequeñas) o a 60 centímetros (variedades grandes). Requieren una buena circulación de aire para evitar el moho.
Estas plantas son capaces de crecer tanto en zonas con luz solar completa o con sombra ligera, e idealmente deben tener un suelo húmedo que sea rico en materia orgánica, con un pH 6.5 a 7.5, y con un buen drenaje. Las enmiendas de suelo orgánico y un riego regular son útiles para el mejor establecimiento de los especímenes.
Phlox subulata: Riego y poda
Es importante mantener el sustrato de las plantas de Phlox subulata húmedo mediante riegos regulares. Sin embargo, debe tratar de asegurarse de que el agua llegue directamente a la tierra y no a las hojas, ya que las mismas son susceptibles al moho. En plena fase de floración las flores que mueren deben ser quitadas para prolongar la temporada.
También los tallos se pueden cortar después de la floración para promover una segunda floración. El cuidado de esta especie puede incluir la poda de la planta a fines de invierno para permitir su rejuvenecimiento y para producir tallos jóvenes y más compactos.