Orquídea mariposa (Phalaenopsis): Características y cultivo

Conocida así por la particular forma de sus flores, la orquídea mariposa (Phalaenopsis) es un género de plantas monocotiledóneas originarias del sudeste asiático, muy demandadas para su cultivo en casa gracias a su facilidad de propagación y floración bajo condiciones artificiales.

Las especies que integran el género (alrededor de 60, sin contar los cultivares comerciales) son orquídeas de crecimiento monopodial, siendo mayoritariamente de costumbres epífitas, aunque hay algunas variedades que son capaces de crecer y desarrollarse sobre piedras o rocas (litófitas).

Las orquídeas mariposa carecen de pseudobulbos, tienen un tallo ascendente o rizoma con nuevas hojas. Son plantas de follaje perenne, con hojas anchas, lustrosas, de color verde oscuro y lisas o algunas con dibujos plateados y envés rojizo.

Las hojas nuevas se desarrollan en el extremo superior del rizoma, corto, a medida que las más viejas se van marchitando, de modo que la planta siempre cuenta con cuatro o seis hojas.

Los tallos de estas especies con usualmente cortos y se encuentran totalmente cubiertos por las bases imbrincadas de las hojas. Las raíces, de tonos plateados, pueden ser gruesas, redondas o aplanadas y se caracterizan por adherirse con mucha fuerza a la tierra mediante fuertemente al sustrato mediante prolongaciones (cilios) en su parte inferior.

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La floración de la orquídea mariposa se produce sobre largos tallos que se elevan por encima de las hojas y que son capaces de albergar hasta 20 flores de color blanco brillante, amarillo y en la gama de los rosas, magentas y violetas.

Estas plantas crecen y florecen muy bien si se logran recrear las condiciones en las que crecen en su ámbito natural. Necesitan una muy buena iluminación de origen natural, pero evitando exponerlas al sol directo, salvo durante la época fría del año (otoño-invierno), cuando pueden recibir los rayos solares sólo por la mañana temprano.

Las orquídeas mariposa necesitan un sustrato suelto, permeable y bien drenado, recomendándose utilizar una mezcla en partes iguales de musgo, fibra de coco, turba rubia y corteza de pino, o bien se puede adquirir alguno de los sustratos especiales para orquídeas que se comercializan en viveros y otras tiendas del rubro.

En la naturaleza vegetan bajo temperaturas cálidas, en un rango de 20ºC a 35 °C, pero son capaces de adaptarse a climas templados donde las temperaturas se enmarcan entre los 15ºC y 30ºC.

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Las orquídeas mariposa necesitan altos niveles de humedad ambiente, por lo general entre un 50 y 80 por ciento. Para ayudar a lograr esto en un ambiente interior, se recomienda colocar en un plato debajo de la maceta, pequeños trozos de arcilla, granza o tierra volcánica y mantenerlos húmedos. También se puede pulverizar agua sobre las hojas, teniendo cuidado de no mojar las flores.

Orquídea mariposa: Riego y trasplante

Los riegos propiamente dichos deben hacerse una vez a la semana (o cuando el sustrato esté seco) durante las primeras horas de la mañana, utilizando preferiblemente agua de lluvia y sin cloro.

La floración de una orquídea mariposa se puede forzar descendiendo la temperatura nocturna alrededor de 5ºC a 6 ºC durante dos o cuatro semanas consecutivas, normalmente en otoño y con temperaturas diurnas por debajo de los 29 °C.

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El trasplante de los especímenes de este género de orquídea debe hacerse cada dos años a una maceta u otro contenedor de mayores dimensiones durante primavera o a comienzos del verano después de su floración. Debe tenerse siempre presente que el tamaño del recipiente debe ser bastante más grande que el terrón de la planta.

Ruben
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