Narcisos: siembra y cuidados generales

Los narcisos son esas bellas y coloridas flores que muchas veces son las primeras en aparecer en primavera, poblando jardines, canteros y balcones.

Su baja demanda de mantenimiento es una de las razones por la que miles de personas alrededor del mundo los eligen.

Otra razón es su hermoso aspecto, que aporta alegría y color a las casas que los albergan.

Ya te contamos sobre las diferentes variedades que se cultivan; ahora vamos a detallar cómo cultivarlos y qué cuidados requieren.

Estas hermosas plantas se adaptan a casi todos los suelos, condiciones y climas.

Una vez que han florecido, se pueden dejar en el mismo sitio durante varios años, y florecerán en cada primavera con mayor vigor.

Son ideales para borduras y macizos mezclados con otros bulbos como Tulipanes, Jacintos, etc. o naturalizado en grandes superficies de césped. También lucen perfectamente en jardineras y macetas. En éste último caso, puede forzarse la floración en cualquier época del año.

La multiplicación se puede realizar por semillas, pero con este sistema tardará entre 3 y 5 años en florecer. Lo mejor y más habitual para empezar es comprar los bulbos. Una vez que tienes tus plantas bien asentadas, podrás propagarlas por división de mata. Los bulbos se encuentran a la venta en dos calibres. Los bulbos de tamaño grande deben enterrarse a unos 8-12 cm., mientras que los pequeños sólo se enterrarán 6-8 cm. Coloca los bulbos con la punta mirando hacia arriba o incluso con el ápice sobresaliendo ligeramente del sustrato de la maceta. En el jardín, es habitual plantar manchas pequeñas de 15 ó 20 unidades por m2.

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Se planta en otoño, entre mayo y junio en el hemisferio sur, para que sus raíces se fortalezcan antes de que lleguen las bajas temperaturas, y florezcan a principios de primavera o incluso fines de invierno en zonas más templadas, entre agosto a noviembre.

Aunque crecen bien en diferentes tipos de suelo, es preferible un sustrato rico en nutrientes, bien drenado y situado al sol o semisombra. Aunque lo más adecuado es que estén en zonas de clima suave, generalmente soporta bien temperaturas bajas siempre que no sean extremas, en cuyo caso conviene cubrirlos.

El narciso, es una planta que requiere un riego frecuente, pero no abundante, de modo que el suelo este siempre fresco, pero no impregnado de agua. En época de crecimiento pueden requerir mayores dosis de agua, siempre cuidando que drene correctamente. Cuando haya terminado la floración, puedes regar con un fertilizante para plantas de flor.

Debido a la delgadez de su tallo, es probable que el primer año se inclinen cuando florecen porque el tallo no pueda aguantar el peso, en este caso conviene entutorarlo; con el paso del tiempo, se sujetan mejor.

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Cortar las flores marchitas pero no quitar hojas hasta haberse secado totalmente, ya que ayudan al bulbo a producir la energía suficiente para que pueda florecer.

Si los plantas en macetas, asegúrate de que tenga agujeros de drenaje en la base y antes de echar el compost añade una capa de piedras para evitar encharcamientos.

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Cristian
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