Con el nombre de Lobelia se identifica a un género de plantas con flores que comprende a alrededor de 400 especies distribuidas principalmente en las zonas tropicales y templadas de distintas partes del mundo, aunque existen algunas variedades que pueden cultivarse en lugares en los que predominan climas fríos.
La mayoría de los especímenes de Lobelia se presentan como hierbas o arbustos, anuales o perennes. Lucen hojas simples, serradas a subenteras con las puntas de los dientes menudamente callosos, mientras que las flores se reúnen en racimos terminales y bracteados o en las axilas de las hojas superiores, generalmente invertidas, pediceladas, mayormente bibracteoladas.
Si bien existen numerosas variedades de esta planta, sólo unas pocas se ven comúnmente en los jardines de las casas. Este es el caso de la Lobelia inflata o tabaco indio, la Lobelia cardinalis o flor de cardenal, la Lobelia erinus, y la Lobelia siphilitica.
Casi todas estas especies se caracterizan poseer llamativas flores de tono azul o violeta que se mantienen durante gran parte del año, por el hecho de tratarse de una planta perenne. La excepción a esta regla es la L. cardinalis, que luce flores de color rojo brillante, similar al de las prendas de los cardenales de la Iglesia Católica, de allí el motivo de su nombre científico.
La Lobelia es una planta fácil de cultivar, y una vez que florece en verano continuará produciendo flores incluso después de la primera helada en algunas regiones.
Las especies anuales crecen prácticamente en cualquier lugar, y sus semillas se pueden sembrar directamente en el jardín o en el interior para su posterior trasplante. Estas plantas suelen requerir una zona con pleno sol pero también toleran media sombra. En todo caso, estas plantas prefieren por lo general un suelo húmedo y enriquecido.
Se recomienda comenzar sembrando la Nobelia en interior entre 10 y 12 semanas antes de la primera helada, dispersando las pequeñas semillas encima del suelo y regando a fondo, y luego colocando los contenedores en un lugar cálido y bien iluminado.
Nobelia: Trasplante y mantenimiento
Las jóvenes plantas deben aparecer dentro de una o dos semanas, momento en el que se puede llevar a cabo el aclareo de las mismas. Después de que el peligro de las heladas ha pasado y los especímenes miden al menos de 5 a 7 centímetros de alto, se los puede trasplantar al jardín, dejando un margen de separación de hasta 15 centímetros entre una y otra.
Una vez establecida, la Lobelia suele demandar poco mantenimiento. Sin embargo, durante los períodos cálidos y secos se requiere que la planta reciba un riego frecuente, especialmente aquellas cultivadas en macetas u otra clase de recipiente.
Algunos aficionados a la jardinería acostumbran aplicar fertilizante líquido de uso general una vez al mes o cada seis semanas, para estimular su crecimiento y floración.
me gusta, deseo cultivar LOBELIA, vivo en Córdoba Argentina, cual variedad me conviene, gracias