La Gerbera jamesonii es una especie de planta con flores en el género Gerbera, originaria del sur de África Oriental y comúnmente conocida como la margarita de Barberton o margarita de Transvaal. Es dueña de una muy atractiva floración y su cultivo puede durar muchos años.
Se trata de una planta herbácea y perenne, con un sistema radicular pivotante en origen, pero que se convierte en fasciculado a medida que se desarrolla. Está compuesto por raíces gruesas de las que parten numerosas raicillas.
Las hojas de la Gerbera jamesonii crecen en forma de roseta, son lanceoladas, de hasta unos 40 centímetros de largo, y lobuladas. Poseen un peciolo alargado, del que de algunos de ellos evolucionarán los brotes florales que van a da lugar a una inflorescencia terminal en capítulo.
Esta planta florece en primavera y otoño, produciendo flores de las axilas de las hojas con rayas en tonos intensos de amarillo, salmón, rosa y rojo, mientras que las flores centrales son de color crema.
La Gerbera jamesonii es una especie cultivada tanto para flor de corte como para planta en maceta y ornamento de jardinería.
Estos integrantes de la familia Gerbera crecen bien en suelos ricos, bien drenados y a pleno sol. Debido a que son sensibles a las heladas intensas, en las zonas con climas fríos se deben cultivar en invernadero o en macetas que puedan sacarse al exterior durante las épocas cálidas del año (primavera y verano).
Cuando la Gerbera jamesonii puede multiplicarse por semillas, aunque esta técnica no se recomienda debido a que dificulta la obtención de flores de calidad. Para peor, la semilla tiene una corta viabilidad, por lo que su poder germinativo decrece cuando aumentan los días de cosechada.
Por este motivo, los especialistas aconsejan reproducirla mediante la división de plantas o esquejes basales, lo que permitirá obtener material de calidad que ayude a mantener en los nuevos especímenes determinadas características fenotípicas y genotípicas de la madre
Obtener buenas divisiones conviene eliminar todas las plantas de hojas pequeñas, redondas, con tendencia a clorosis, como también las que crecen débilmente, ya que éstas por lo general comienzan la floración más tarde, lo que repercute en un menor rendimiento y una baja calidad de las flores.
En cuanto sus necesidades de suelo, las plantas de esta especie se desarrollan bien en sustratos ligeros, profundos, ricos en materia orgánica, y con buena capacidad de drenaje y aireación.
Gerbera jamesonii: Necesidades de riego
El riego de la Gerbera jamesonii puede realizarse mediante aspersión o por goteo. Debe tenerse cuidado de que el agua aportada sea siempre de buena calidad y con reducido contenido en calcio y otras sales solubles.
Después de la plantación es posible que se produzca un estrés hídrico, debido a que las raíces no son capaces de extenderse y explorar más volumen de suelo. Para evitarlo, se debe combinar el riego con operaciones de sombreo y ventilación, para que de esta forma el suelo no se caliente demasiado y la planta pueda vegetar de manera correcta.
Una vez que las plantas de Gerbera jamesonii han enraizado, los riegos deben reducirse en intensidad y frecuencia.
