A la hora de pensar en cultivar orquídeas, hasta los jardineros más avezados suelen dudar. Es que se trata de plantas cuyas flores son famosas por una especial delicadeza y fragilidad. Sin embargo, es demasiado tentador contar con la sofisticada presencia de una orquídea en la casa. Hay algunas especies más domesticables que otras. No obstante, hay un secreto esencial a la hora de cuidar a las orquídeas: el riego.
Para romper un poco el mito de que es «tan difícil» cultivar orquídeas, se puede empezar probando con las Cattleyas, las Phalaenopsis, las Dendrobiums y los Odontoglossum y Oncidium, que son híbridos. Se trata de especies de fácil cultivo y de cuidado sencillo.
Cuidados especiales en las orquídeas
No todas las orquídeas necesitan la misma cantidad de agua periódica. Por eso, a la hora de elegir una especie para cultivo personal, hay que instruirse de todas las características propias de la planta, de modo de tener un resultado exitoso.
Por ejemplo, la Phalaenopsis es una orquídea que, en lenguaje de especialistas, «se lleva mal con las personas ansiosas, y mejor con las despistadas». Es decir, se trata de una especie cuyo riego debe ser más bien moderado y, en relación con el clima y el ambiente en que se encuentre, no diario.
En este sentido, se habla de que no se trata sólo de la especie que se adapta mejor al hábitat en que vives, sino la que mejor se conjuga con tu modo de ser.
Hay un dicho que se aplica a las orquídeas, que es una especie de ayuda-memoria, que dice: «Oncidiums y Odontoglossum, si riegas tranquila; Phanalaenopsis, si riegas dormida; Paphiopedilum, si riegas furiosa.» Para traducir, diremos: en el primer caso el riego es moderado, en el segundo, es escaso y, en el tercero, abundante.
Otros consejos para el cuidado casero de orquídeas
Por su fragilidad, las orquídeas que contraen enfermedades pocas veces sobreviven si no se las trata a tiempo. Por ello, es preciso revisar con frecuencia sus hojas, de ambos lados, rastreando posibles plagas u hongos.
En cuanto a la luz, cada orquídea requiere su dosis particular. De todos modos, si notas que tu planta no da flores y que sus hojas están oscuras, es probable que no esté realizando adecuadamente su fotosíntesis.
Por último, tampoco hay que excederse ni desentenderse de los fertilizantes para las orquídeas. Existe un producto bastante en boga para nutrir a estas plantas llamado «litonita», que procede de Cuba.