Los crisantemos son considerados un ornamento imprescindible para los jardines de otoño, debido a que estas herbáceas perennes son capaces de ofrecer flores hermosas con una enorme variedad de tonos, colores y formas, incluso durante las temporadas invernales.
Hoy existe una importante cantidad de híbridos de crisantemo fáciles de cultivar en jardines, que pueden convertirse en ejemplares vigorosos que alcanzan entre 30 centímetros y 150 centímetros de alto; pero su característica más importante es que pueden florecer copiosamente en la época otoñal, aunque existen algunas especies comerciales que pueden mantenerse en flor durante casi todo el año.
Los ejemplares que se cultivan con mayor frecuencia y facilidad en ambientes exteriores son las variedades de Chrysanthemum x rubellum (hojas dentadas y flores con forma de margaritas rosas, blancas o amarillas); y de Dendranthema x grandiflorum (hojas alternas, flores dobles o redondeadas de colores blanco, amarillo, rosa, naranja, rojo, púrpura y verde).
También se suele recurrir a ejemplares de los denominados crisantemos spray, una subfamilia de explotación comercial que reúne a más de cien tipos de planta que se caracterizan por su aspecto informal y bonita ramificación con numerosas flores por tallo, aunque resultan menos resistentes que las variedades antes mencionadas.
Para cultivar crisantemos, es importante que el jardín esté asentado sobre un sustrato neutro y fértil con un buen drenaje que impida la acumulación excesiva de agua. También debe tomarse en cuenta que estas plantas necesitan una importante exposición al sol, ya que la misma contribuye a que la floración sea más abundante.
Otra medida que puede contribuir a un mejor crecimiento de los tallos de los crisantemos, es recomendable suministrarles un fertilizante enriquecido con nitrógeno y potasio, sobre todo durante los períodos de crecimiento y floración.
Mantenimiento de los crisantemos en el jardín
La poda sirve de gran ayuda para darle forma y volumen a las matas, además de ayudar a la generación de tallos más leñosos. Si se desea que los crisantemos presenten un aspecto más compacto y florido, es conveniente pinzarlos al final de la primavera.
Otro aspecto a tener en cuenta es que existen algunos tipos de crisantemos que producen flores de gran tamaño sobre tallos largos pero no lo suficientemente fuertes, lo que puede obligar al uso de tutores (pueden ser palos de madera, cañas de bambú, varillas plásticas o de fibra de vidrio).
Respecto de las enfermedades que pueden amenazar a los crisantemos en un jardín, se puede mencionar al oídio, que es producida por el hongo del mismo nombre y ataca las partes aéreas de la planta. Para evitar este inconveniente, se aconseja evitar mojar las hojas del crisantemo cuando se lo riega.
Estas plantas también se hallan expuestas al ataque de plagas como los pulgones, arañas rojas, moscas blancas, babosas y caracoles, cuya aparición puede prevenirse y combatirse consultando en nuestra sección Control de Plagas.
