Anémona del bosque: Cultivo, riego y reproducción

La anémona del bosque (Anemone nemorosa), también conocida como flor del viento, ranúnculo blanco o amapola silvestre, es una atractiva planta herbácea perenne de la familia de las Ranunculáceas cuyo uso como planta ornamental se remontaa los tiempos de la antigua Roma, a pesar de que su ingesta puede resultar venenosa para humanos y animales.

Cada ejemplar de esta especie se desarrolla a partir de un rizoma cilíndrico, del que brota un tallo erecto de 15 a 30 centímetros de altura, cuyas hojas largamente pecioladas aparecen en un vertilicio de tres. Cada planta remata con una flor que aparece durante la primavera, conformada por un perianto regular blanco, generalmente rojizo en la parte exterior o algunas veces totalmente rojo (también pueden verse con tonos azules o violetas).

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La flor de la anémona del bosque puede llegar a medir entre 4 y 5 centímetros de ancho y cuenta con cinco o siete tépalos. Por lo general, estos son levemente rojizos, aunque también hay variedades en las que presentan un color amarillento.

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Si bien las flores no poseen néctar, las mismas son fertilizadas por moscas y coleópteros que encuentran polen para comer, lo que ayuda a producir una buena cantidad de semillas. El aquenio tiene un apéndice aceitoso (elaiosoma) que le gusta a las hormigas y que favorece la propagación de la planta.

La anémona del bosque crece naturalmente en el sotobosque de árboles más o menos acidófilos, como abedules, robles, hayas, con suelo fresco, también en piornales, brezales y pastizales naturales húmedos. Para jardinería existen una interesante variedad de cultivares que ofrecen floraciones de diferentes colores y que crecen muy bien en zonas frías o templadas donde el calor sea moderado, y en lugares ubicados en penumbra, como planta tapizante debajo de árboles que dejan pasar la luz.

Anémona del bosque: Requerimientos de suelo y riego

Esta planta se desarrolla muy bien y puede llegar a cubrir grandes superficies si se cultiva en suelos moderadamente secos a húmedos, con un bajo nivel de acidez (pH 4.5-7.5) y ligeramente ricos en nitrógeno. Para un mejor resultado, se recomienda incorporar humus al sustrato.

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El riego debe ser frecuente con el objeto de mantener el terreno siempre húmedo durante la época de crecimiento. Al llegar el invierno el riego debe reducirse considerablemente, ya que durante ese período puede tolerar la sequía total.

La reproducción de la anémona del bosque puede llevarse a cabo en verano por semillas, o al finalizar la estación otoñal por división de rizoma.

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Ruben
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