Todo sobre las Glicinas III: Poda y mantenimiento

La glicina es una planta ornamental por antonomasia. Suele ser la mejor solución para cubrir celosías, vallas y pérgolas, y producir bonitos toldos vegetales que resguarden del sol en el jardín o en el porche de la casa.

Asimismo, si no dispones de mucho espacio, puedes utilizarla para decorar tu balcón o patio. Es generosa con su floración por lo que quedará vistosa y elegante en cualquier lugar. Sin embargo, requiere de mucho cuidado para su mantenimiento controlado, prestando especial atención a la poda, ya que puede ser muy destructiva.

Para que florezca bien, sus ramas no se enreden demasiado y pueda crecer de manera controlada, la poda es fundamental en las glicinas.

La glicinia florece sobre los ramos crecidos el año anterior. La Poda de Floración hay que hacerla en invierno (una única intervención) y en verano (por lo menos tres veces).

En invierno:

Las ramas principales, originan dos tipos de formaciones: Ramos cortos, llamados brindillas coronadas, que llevan en el extremo una yema de flor que dará lugar a una inflorescencia, y ramas largas de varios metros, de las que sólo las yemas de la base dan flores. La poda consiste en cortar estas ramas a unos 30-40 centímetros de la base, mientras que las brindillas se respetan todas. Esta pode se hace en invierno (poco antes de la primavera si es una zona con heladas). El hecho de podar los brotes laterales a 2 yemas supone perder algunas flores, pero el resto serán más bellas y elegantes.

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Aparte de todo esto, en invierno se le hace la Poda de Limpieza obligatoria, suprimiendo las ramas secas, entrecruzadas, chupones, etc. Tras esta poda, la glicina se verá llena de ramillas cortas.

En verano:

No es suficiente con la poda de finales de invierno que se puede hacer en un día; durante el verano, hay que podar regularmente las ramas largas dejándolas con unos 40 cm de longitud. Esto supone mucho trabajo, porque hay que repetir por lo menos tres veces duante el verano, e incluso muchos recomiendan hacerlo cada 15 ó 20 días, que es como se consiguen los mejores resultados. En verano también ve eliminando las inflorescencias pasadas.

Si la glicina se expande a lo largo de un enrejado (ya sea en pérgola, pared, etc.), durante el primer año corta todos los brotes laterales del tronco principal y deja, únicamente, algunas ramas que irás guiando por las líneas de alambre.   Todos los veranos, recorta a la mitad las ramitas nuevas que nacieron de las ramas laterales. Y una vez que floreció, también puedes podar las horizontales.

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Si se descuida esta poda, la glicina se convertirá en una masa grande, enredada y con pocas flores el año próximo.

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Cristian
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