Las plagas son aquellas especies animales que son capaces de atacar y dañar gravemente a las plantas. De aquellas, las más conocidas son los insectos, los ácaros y los moluscos, aunque existen otros animales de mayor tamaño que también representan un peligro para la salud de la huerta: Las plagas vertebradas.
Dentro de esta categoría se incluyen a las aves y los mamíferos que se alimentan de determinadas partes de las plantas, y que en algunos casos también pueden representar un peligro para las personas que realizan los trabajos de cultivo.
Dentro de las aves, las plagas más críticas son las palomas, los loros, cotorras, tordos y otros pájaros menores que se alimentan principalmente de las semillas y los frutos presentes en las huertas.
En el grupo de los roedores se encuentran los ratones, cuises, liebres, ardillas y topos, que suelen causar serios daños a los cultivos de hortalizas (como la papa, yuca y camote) y frutales (como mango, plátano, naranja, papaya , y uva). Estos animales también representan un peligro para la salud, ya que son transmisores de enfermedades que afectan al hombre y a los animales domésticos, como la peste bubónica, salmonelosis, brucelosis, leptospirosis, listeriosis, encefalitis y otras que llegan a través de sus mordeduras, orina, heces, así como por las pulgas que portan.
Históricamente, los métodos para disminuir los daños producidos por las aves y roedores implicaban el uso de medios letales, como la aplicación de cebos tóxicos o la caza de estos animales, pero debido a que estas técnicas conllevan un riesgo de extinción de especies silvestres y un alto impacto ambiental, algunos especialistas sugieren el uso de medios no letales para evitar su acción depredadora.
La aplicación de repelentes químicos antes de la siembra puede ser uno de los recursos más indicados para evitar las incursiones de las plagas vertebradas. Como siempre, su aplicación deberá hacerse siguiendo las indicaciones hechas por el fabricante.
Para evitar que las plagas aviares tomen contacto directo con las siembras, cultivos y árboles frutales, también se pueden tender mallas protectoras antipájaros de polietileno de alta resistencia que se comercializan en tiendas especializadas en jardinería y horticultura.
Otro método útil para ahuyentar a las aves consiste en la activación de dispositivos que emitan ruidos o sonidos discontinuados y arrítmicos, sobre todo durante el período crítico de emergencia de las plántulas.
Esta actividad puede complementarse con la instalación, algo alejada del huerto, de cebaderos no tóxicos con semillas pequeñas (como sorgo, trigo, colza, mijo o alpiste) para atraer a las aves fuera de la zona de cultivo.
Plagas vertebradas: Métodos para proteger al huerto de los roedores
En el caso de los roedores, un recurso económico y de bajo costo para proteger a las plantas de sus ataques es envolver sus tallos con el papel de las bolsas usadas para envasar cal, cemento o yeso, y atándolo con un cordel para evitar que se desenvuelvan.
Otro método preventivo amigable con el ambiente es la siembra de especies de plantas que repelen a los roedores, como orégano, salvia, pimienta negra, lavanda, y menta, entre otras.
Los perros y gatos también pueden constituir un medio eficaz para ahuyentar o combatir a las plagas vertebradas, aunque en ese caso también existe el riesgo de que estas mascotas terminen dañando a las plantas, al usar la tierra del huerto para depositar su orina y sus heces.