La presencia de moscas, mosquitos y otros insectos en una casa puede ser tan molesta y perjudicial a la salud de sus moradores, que éstos se ven obligados a utilizar distintos medios para eliminarlos o ahuyentarlos. Un recurso económico y respetuoso con el ambiente consiste en aprovechar las características particulares de distintas plantas de interior.
Dentro de este grupo de especies amigables se destacan siete plantas muy conocidas y accesibles, además de ser de fácil cultivo y no demandar cuidados especiales.
Lavanda (Lavandula dentata): Especie originaria de la región mediterránea, usualmente cultivada para aromatizar y ornamentar jardines, es también una buena opción natural para mantener a los insectos alejados del interior de una casa. Esta herbácea no solo huele increíble sino que también ayuda a repeler moscas, escarabajos e incluso pulgas. Esto se debe a la composición de alcoholes y ácidos contenidos en su aceite.
Además de la planta viva, se pueden recolectar las flores, dejarlas secar e introducirlas en bolsas y colocarlas en placares u otros muebles donde se guarda la ropa, a fin de prevenir los ataques de las polillas. Si todo eso no fuera suficiente, la planta se ve muy bien como decoración de mesa.
Caléndula (Calendula officinalis): El aroma de la caléndula común (conocida también como botón de oro) aleja a las moscas, jejenes y mosquitos, entre otros insectos que suelen invadir los hogares cuando la temperatura y la humedad ambientes aumentan. Se trata de un repelente natural, de aspecto brillante y hermoso, aunque su aroma puede ser desagradable.
Romero (Rosmarinus officinalis): Se suele pensar en el romero como un excelente ingrediente para la elaboración de platos, o como especie ornamental. Sin embargo, esta planta herbácea también es ideal para repeler insectos, sobre todo a los mosquitos, gracias a su fragancia intensa. Por lo general, se recomienda mantener una planta de romero completa en la cocina, tanto para preparar la comida como para mantener alejados a los insectos.
Salvia (Salvia officinalis): El fuerte olor y el aceite de la salvia son un muy buen repelente de mosquitos y moscas. Se puede mantener una planta de esta especie en una maceta en el interior de la vivienda y también es posible tomar esquejes y quemarlos una vez que las hojas se han secado.
El poder disuasivo de esta planta es tan potente que las ramas secas quemadas pueden incluso servir para alejar a los insectos en espacios abiertos.
Melisa (Melissa officinalis): También conocida como bálsamo de limón, es un eficaz repelente de insectos gracias a su alto nivel de un compuesto llamado citronellal, que también tiene importantes propiedades antihongos.
