Cómo elaborar purines para controlar plagas y enfermedades

Los purines son productos de origen natural obtenidos a partir de la fermentación, maceración, cocción o infusión de especies vegetales y de estiércoles en agua, cuyos principios activos ayudan a prevenir y controlar una variada cantidad de plagas y enfermedades que atacan a los cultivos.

Además de ser una importante herramienta de protección de las plantas en jardines y huertas con un menor impacto ambiental, estas sustancias ofrecen la ventaja adicional de ayudar a mejorar la fertilidad de los suelos en los que se aplican.

purín1

Dependiendo de la amenaza contra la que deben enfrentarse, la composición de los purines puede ser distinta, dependiendo de la acción fungicida y/o insecticida que le dan los principios activos de cada uno de sus ingredientes.

Purines para controlar insectos

Dentro de esa categoría, se encuentran las siguientes mezclas:

  • Purín de Cebolla: Recomendado para controlar plagas de huerto como el gusano del repollo y el cogollero del tomate. Para su preparación se necesitan 200 gramos de cebolla larga; 200 gramos de hojas de salvia amarga;  1/4 de barra de jabón de lavar y 20 litros de agua. En primer lugar, se muelen la cebolla y la salvia y se dejan en reposo en agua por tres días por separado. Al cuarto día se cuelan y se mezclan en la fumigadora con el jabón de lavar. Este purín se aplica directamente sobre el follaje en horas de poco sol (preferiblemente al atardecer). Se recomienda realizar la segunda aplicación a los cinco días de hecha la primera. Sólo debe continuarse con el tratamiento si la plaga persiste.
  • Purín de Ajo y Cebolla: Es un recurso útil para controlar a los gusanos cogolleros. Requiere tres dientes de ajo, tres cebollas rojas, una cucharadita de pimienta negra, 20 gramos de jabón de coco y 10 litros de agua. El purín se prepara mezclando todos los ingredientes con el agua, luego son colados y se dejan en reposo por un día para luego proceder a su aplicación sobre el sistema aéreo de las plantas.
  • Purín de Tabaco: Eficaz para proteger a las plantas de la acción de distintas especies de insectos. Para su preparación se necesita contar con 20 cigarrillos o su equivalente en tabaco suelto; 400 gramos de verbasco verde (Verbascum thapsus); 1/4 de jabón de lavar en barra; 10 cucharadas de alcohol y 20 litros de agua. Su preparación requiere moler bien el tabaco y el verbasco, que luego se cocinan en el agua por media hora y se dejan reposar. Al día siguiente se cuela y se agregan los ingredientes restantes. El purín se aplica directamente sobre el follaje en horas de poco sol cada ocho días.
MIRA TAMBIEN  Cuáles son las típicas plagas de invierno en las plantas del jardín

Purines para controlar hongos

Además del purín de ají, que ya fue tratado en un post anterior, para proteger a las plantas de los hongos se puede recurrir al:

  • Purín a base de Ortiga y Manzanilla: Para la elaboración de este compuesto se necesita contar con 250 gramos de ortiga; 250 gramos de manzanilla (tanto flores como hojas); 150 gramos de hojas de ecucalipto y 60 litros de agua. Las partes de ortiga y manzanilla se dejan en remojo por un día en 10 litros de agua, mientras que el eucalipto se hierve en igual volumen de agua. Luego se mezclan todos los ingredientes, se filtran y se les suma los 40 litros de agua restantes. El purín puede aplicarse con una frecuencia semanal.

Recibe Gratis Nuestros Articulos!

Ruben
Ruben

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *