Arce japonés: Cultivo, riego y cuidados

El arce japonés (Acer palmatum) es un arbusto o pequeño árbol originario de distintos países de Asia (Japón, las dos Coreas, Mongolia y sudeste de Rusia), del que un gran número de variedades se comercializa en todo el mundo, por las atractivas formas y llamativos colores de sus hojas, que varían de acuerdo con la estación del año.

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El arce japonés incluye a cientos de cultivares con una gran cantidad de formas, colores, tipos de hojas, tamaños y condiciones de crecimiento, de modo que los especímenes maduros de esta gran familia pueden llegar a medir entre los 50 centímetros y los 25 metros, dependiendo de la variedad. Esto también se aprecia en lo que se refiere a la exposición al sol, ya que existen ejemplares que la toleran sin inconvenientes, mientras que otros necesitan ubicarse en un sitio sombreado para desarrollarse sin inconvenientes.

Los árboles son especialmente adecuados para los bordes y caminos ornamentales debido a que los sistemas radiculares son compactos y no invasivos. La mayoría de los cultivares de arce japonés prefieren un suelo húmedo pero bien drenado, y los árboles de esta especie crecen más fuertes cuando el terreno no está fertilizado en exceso.

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Los cultivares más demandados comercialmente son los de hojas rojas, siendo el más popular el conocido como «Atropurpureum», un pequeño árbol de hábito arbustivo, que no supera los 8,5 metros y que durante la mayor parte del año presenta hojas púrpuras divididas en siete lóbulos, que adquieren un fuerte color rojo-vino con la llegada del otoño. Aunque en algunas zonas se puede dar el caso de que el follaje tenga originalmente un color púrpura-rojizo que varía luego a anaranjado.

Los ejemplares de esta variedad se reproducen de manera asexual, a través de esquejes blandos o injertos, y ofrecen una mejor coloración de la hoja cuando se los ubica en lugares parcialmente sombreados, si bien pueden tolerar estar a pleno sol, aunque una exposición en exceso puede terminar provocando quemaduras en el follaje.

Los cultivares «Atropurpureum» de arce japonés pueden demandar trabajos de poda cuando existan limitaciones de espacio, o cuando se necesite realizar un mantenimiento, retirando las hojas muertas; aunque también se puede podar con una finalidad más artística, dándole a la copa una forma de cúpula.

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Arce japonés: Plagas y enfermedades

Las amenazas mas serias que pueden afectar al arce japonés incluyen insectos chupadores como los áfidos y la Pulvinaria regalis, o enfermedades como el marchitamiento por la aparición de hongos Verticillium.

Los síntomas de que un arce japonés está afectado por esta enfermedad pueden ir desde el amarillamiento y marchitamiento de las hojas inferiores a la aparición de vetas de color marrón o negro en el tejido debajo de la corteza.

acer palmatum

Como no hay tratamiento químico para el marchitamiento por Verticillium, la mejor manera de prevenirlo  es controlar la aparición de las malas hierbas (sirven de anfitrionas del hongo). Asimismo, si se confirma la presencia de la enfermedad, y teniendo cuidado de no dispersar de alrededor potencialmente infectada, se debe retirar el arce japonés con todas sus raíces y destruirlo.

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Ruben
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