Conocido popularmente como ciboulette, cebollín, o cebollino, la Allium schoenoprasum es una hierba originaria del Hemisferio Norte cuyo cultivo con fines culinarios se ha extendido a casi todo el mundo, gracias a la facilidad de su producción, su resistencia a heladas y plagas, y al contenido aromático de sus hojas.
Se trata de una planta perenne que posee un extenso sistema de rizomas y tubérculos, de donde emergen brotes erectos que consisten en tallos finos y huecos de medio centímetro de grosor con una o dos delgadas hojas tubulares de color verde oscuro envolviéndolos en su parte inferior.
La planta de ciboulette crece formando matas de hasta 30 centímetros de altura y presenta un olor a cebolla debido a su importante contenido de alicina.
Esta característica aromática también es compartida por sus flores, que son muy atractivas y aparecen a finales de la primavera. Se presentan como racimos o umbelas de aspecto esférico de 8 centímetros de diámetro y de color lila o violeta, y se pueden aprovechar con fines ornamentales.
La floración del ciboulette puede durar unas tres semanas y posteriormente se forma un fruto de cápsula que almacena en su interior pequeñas semillas que se dispersan por el viento.
Esta herbácea se produce sobre todo en zonas donde predominan climas fríos (resiste muy bien las heladas), desde el nivel del mar hasta los 2.500 metros de altura en lugares bien soleados y en diferentes tipos de suelos, siempre que éstos sean húmedos y tengan una constitución ligeramente arcillosa.
También puede crecer muy bien como planta de interior en contenedores.
Ciboulette: Reproducción por semillas y por división de bulbos
El cultivo del ciboulette puede hacerse a partir de semillas o por división de bulbos con las raíces después de su extracción. Las matas o semillas se siembran en grupos, a unos 3 centímetros de profundidad, para aclarar más tarde.
Las temperaturas óptimas para que tenga lugar la brotación de los tubérculos es de 30 a 35 grados centígrados. Por lo general, un tubérculo emite uno o dos rizomas que se desarrollan próximos a la superficie del suelo, pero puede formarse en profundidades de hasta 20 centímetros y es el encargado de emitir las raíces y rizomas. Los bulbos pueden plantarse en pequeños grupos durante la estación primaveral.
Para la propagación por semillas, éstas se pueden sembrar a finales de invierno, aunque también resulta fácil producir ejemplares cultivados en macetas durante la primavera o el otoño. Habitualmente, las semillas germinarán dentro de los diez días siguientes a la siembra.
Si se desea tener ciboulettes durante el invierno, se puede desenterrar la planta a principios de otoño y se deja secar, para luego plantarlos en contenedores y colocarlos en un lugar soleado, manteniendo la humedad.
