La picea oriental (Picea orientalis), también conocida como abeto oriental o picea del Cáucaso, es una especie originaria de Asia Menor que se ha popularizado como árbol ornamental para grandes jardines y parques de regiones cálidas y templadas, gracias a su elegante presencia y a su adaptabilidad a distintos tipos de suelo.
Se trata de un árbol de hoja perenne que puede crecer hasta alcanzar una altura máxima de 45 metros, con un diámetro de tronco de 1,5 a 2 metros. Sus ramas son densas, horizontales y pendulares, y cubren el árbol desde arriba hacia abajo, dándole una forma generalmente estrecha, compacta y cónica.
Su follaje incluye hojas aciculares, es decir, integradas por aguijones o agujas con punta roma, de color verde oscuro y con una a cuatro líneas estomáticas poco visibles en cada uno de sus cuatro lados. Miden de 6 a 8 milímetros de longitud.
La picea oriental produce flores monoicas de poco valor ornamental, aunque las flores masculinas se asemejan a pequeñas fresas rojas. Sus frutos consisten en delgados conos cilíndricos que aparecen en los tallos cortos que se encuentran en los extremos de las ramas; miden de 5 a 9 centímetros de largo por 1,5 centímetros de ancho. Al principio lucen un atractivo color rojo o de color rojo a morado, que luego se torna pardo oscuro a los seis meses posteriores a la polinización, y sus escamas son suaves en los bordes.
Este árbol ornamental suele cultivarse como espécimen único, como parte de una pantalla verde, o árbol de sombra grande durante todo el año (gracias a sus hojas perennes). En algunas regiones muy frías se lo valora porque su follaje puede adquirir un atractivo color dorado. También puede cultivarse como bonsai.
La multiplicación de esta especie puede hacerse por semillas, no requiriendo ningún tratamiento especial, aunque también es posible obtener algunos cultivares por injerto o por esquejes.
Picea oriental (Picea orientalis): Condiciones de cultivo
La picea oriental debe cultivarse a pleno sol o sombra parcial en suelos bien drenados, adaptándose con facilidad a muchos tipos de sustratos, incluidos los infértiles y rocosos, siempre y cuándo estén húmedos. Sin embargo, este árbol debe ser utilizado en lugares donde los inviernos no son muy secos, y las plantas deben estar ubicadas donde no quede expuestos a los vientos invernales severos o la contaminación del aire.
En cuanto a sus necesidades de hidratación, esta especie necesita ser sometida a un riego regular durante la primera temporada de crecimiento para establecer un sistema de raíces profundo y extenso. Una vez que la planta se ha establecido, se puede reducir la cuota de agua. Se recomienda alimentar cada árbol con un fertilizante de uso general antes de que comience el nuevo crecimiento en la primavera.
