El madroño (Arbustus unedo) es un pequeño árbol de la familia Ericaceae, nativo de la región mediterránea y Europa occidental, que se aprovecha como planta ornamental en parques y jardines debido al colorido de sus bayas amarillas, anaranjadas y rojas que también sirven como punto de atracción para las aves.
Se trata de un arbusto de hoja perenne que puede crecer hasta los 5 a 10 metros de altura (rara vez alcanza los 15 metros), con un diámetro de tronco de hasta 80 centímetros. Las hojas son de color verde oscuro y brillante, de 5 a 10 centímetros de largo y 2 a 3 centímetros de ancho, con un margen serrado.
Las flores del madroño son hermafroditas y hacen su aparición en otoño. Tienen forma acampanada, de color blanco (aunque hay casos en que lucen un rosa pálido), miden entre 4 y 6 milímetros de diámetro y se reúnen en panículas de 10 a 30 unidades.
Durante esa misma estación y después de 12 meses de maduración, se muestran los frutos, consistentes en bayas esféricas de 2 centímetros de diámetro y superficie áspera, y se vuelven de color amarillo a naranja a escarlata a medida que avanza el otoño. Son comestibles y su sabor es dulce cuando lucen bien rojos, en otras etapas pueden ser desagradables, aunque siguen siendo populares entre los pájaros. También se utilizan para hacer mermeladas, bebidas y licores. En Turquía, el fruto se llama kocayemiş y se consume como fruta fresca.
El madroño se utiliza como árbol ornamental individual, o incluido en setos de arbustos en jardines y paseos públicos, lugares donde se mezcla bien con otras plantas palustres con flores similares, como Enkianthus o Pieris, así como rododendros y camelias.
Esta planta prefiere suelos húmedos, con mucho limo y bien drenados; a diferencia de la mayoría de las Ericaceae, crece sin inconvenientes en suelos básicos de pH. Es muy agradecida si se cultiva en sitios cálidos y soleados o medianamente sombreados.
Los ejemplares de Arbutus unedo se encuentran adaptados naturalmente a los veranos de climas secos. En ambientes más fríos es preferible su ubicación en un lugar protegido del viento y el frío debido a su hábito de floración tardía.
Madroño (Arbustus unedo): Propagación por semillas
Debido a que el madroño resulta difícil de trasplantar, la técnica de multiplicación más usada es por semillas que por lo general se acumulan a los pies de ejemplares adultos a finales del otoño.
Las semillas pueden ser sembradas en la superficie de un buen compuesto para simiente. Otra opción, menos utilizada, consiste en tomar esquejes semi-maduros al final del verano y ponerlos en un propagador en la repisa de una ventana.