La amania roja (Ammannia gracilis) es una especie acuática originaria del oeste de África, principalmente de Liberia, que se cultiva para ornamentar estanques, tanto como planta emergida o sumergida, desarrollando características muy distintas en cada medio.
Se trata de una planta herbácea caducifolia con ramas que alcanzan de 30 a 50 centímetros de altura, con tallo postrado flexuoso, arraigado y ramoso en la base. La especie tiene hojas onduladas, opuestas en sus sólidos tallos. Si se encuentran sumergidas, las hojas son alargadas, angostas y de color rojo bronceado; las partes emergidas, por su parte, presentan hojas más cortas, redondas y de color verde oliva oscuro.
Las flores de la amania roja, de tamaño discreto, crecen desde las axilas de las hojas de los ejemplares emergidos, aunque existe la posibilidad de que la floración tenga lugar bajo el agua cuando aquellos están expuestos a luz intensa.
Las plantas de esta especie requieren una gran cantidad de luz para tener un mejor crecimiento y desarrollo. Si posee poca luz, la amania roja tenderá a subir y es muy probable que pierda sus hojas inferiores, el crecimiento disminuirá y las hojas restantes se volverán pálidas y enfermizas. Cuanto más intensa sea la luz, más intensa será la coloración rojiza del follaje de la planta.
También son muy agradecidas cuando el agua ácida y blanda, con niveles estables de dióxido de carbono (de 25 a 30 ppm). La temperatura del agua debe estar entre 22 y 28°C con un mínimo de 15ºC .
La multiplicación de la amania roja puede hacerse mediante semillas y esquejes implantados en un sustrato suelto, rico en nutrientes y con un buen aporte de hierro.
Los tallos y los brotes laterales pueden ser cortados y replantados, la base vieja de los tallos también puede producir brotes nuevos de las hojas. Si se desea una planta más frondosa, se recomienda cortar el tallo en el medio cuando la parte superior llegue a la superficie.
Cuidados en el cultivo de la amania roja (Ammannia gracilis)
Al plantar debe tenerse cuidado de no poner todos los tallos en un solo agujero. Se debe plantar cada tallo adyacente a los otros pero en pozos individuales. Esto ayudará a asegurar que las hojas inferiores no estén privadas de luz y circulación de agua.
La Ammannia gracilis tiende a crecer mucho, por lo que se recomienda su cultivo en un contenedor con un mínimo de 60 centímetros de alto. Debido a su tamaño final, es una planta más adecuada para el fondo medio de los acuarios de más de 76 litros, donde puede añadir un toque brillante de color a cualquier diseño, utilizándose para contrastar con especies más verdes.