Estanques: Mantenimiento y cuidados

Contar con un estanque en nuestras casas puede resultar estéticamente atractivo y espiritualmente relajante. Sin embargo, este pequeño ecosistema requiere de una serie de cuidados para que no sufra daños que terminen convirtiéndolo en un pantano maloliente o, en el peor de los casos, en un pozo sin sentido en medio del jardín.

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La limpieza es uno de los factores más importantes que deben tenerse en cuenta para el cuidado de un estanque, no sólo porque resulta necesario para mantener la estética, sino también para evitar la proliferación de microorganismos que puedan afectar el crecimiento de las plantas colocadas en el mismo.

Por ese motivo, es recomendable retirar todas las hojas y ramas muertas que hayan caído en el espejo de agua, sobre todo en otoño. Para esa época del año también suele aconsejarse tender una malla protectora encima del estanque (si es pequeño), para evitar que los restos secos de las plantas sigan cayendo en el mismo.

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Lo que pasa debajo de la superficie de un estanque también debe ser tenido en cuenta por el dueño de un estanque, debido a que es el lugar propicio para la aparición y reproducción de las algas filamentosas que pueden provocar la asfixia o el marchitamiento de las plantas acuáticas al bloquear la entrada de luz solar. También pueden resultar mortales para los peces que se crían en algunos estanques.

Para controlar esta amenaza, existen eliminadores biológicos de algas que se comercializan en casas especializadas y que están compuestos por encimas, oligoelementos y microorganismos vivos que se encargan de desintegrar las algas filamentosas y restablecen la actividad biológica en el estanque de jardín. También hay disponible una amplia variedad de productos naturales (iniciadores de bacterias, reductores de lodo, reductor de PH, etc.) que ayudan a mantener la higiene de la alberca.

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La limpieza no sólo debe limitarse al agua propiamente dicha, sino que también debe prestarse atención a la bomba del estanque, que requiere ser revisada y lavada por lo menos cada seis meses para evitar que la formación de algas o la acumulación de suciedad provoquen complicaciones en su normal funcionamiento.

El filtro de la máquina también requiere ser sometido a tareas de saneamiento, dado que cualquier obstrucción en el mismo puede derivar en una sobrecarga de trabajo que podría terminar dañando la bomba.

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Algunos estanques también contienen peces ornamentales, cuya existencia puede verse amenazada por la presencia de algas filamentosas u otros organismos.

Otra labor que ayuda a mantener el aseo y la salubridad de un estanque es el cuidado de las plantas mediante la aplicación de productos antiparasitarios y fertilizantes para que las plantas tomen con fuerza el sol.

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Ruben
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