La tradescantia purpúrea (Tradescantia pallida) es una herbácea vivaz originaria de México que se destaca por demandar pocos cuidados y por tener un crecimiento muy rápido, y suele utilizarse como planta tapizante de jardines o como pieza ornamental cultivada en macetas colgantes en espacios interiores. Esto es posible gracias a que sus tallos suculentos, si bien inicialmente tienen un porte erguido, al poco tiempo se tienden y continúan un crecimiento rastrero.
El llamativo color púrpura que se presenta en toda la planta y el particular tono azulado en la cara anterior de las hojas le confieren un gran atractivo, si bien existen algunas variedades comerciales que presentan hojas variegadas con patrones de distintos colores (rojo, verde, blanco, etc.) que acrecientan su valor estético.
En todo caso, y sea cual sea el cultivar, la tradescantia purpúrea necesita siempre de lugares bien iluminados si se desea que adquiera su color o patrones característicos, porque de lo contrario su ubicación en sitios sombríos y oscuros sólo permitirá que la planta crezca con un monótono color verde.
En cuanto a las condiciones de temperatura ambiente, se trata de una especie que puede crecer muy bien con mínimas que ronden los 5 grados centigrados, pudiendo sobrevivir incluso a temperaturas que oscilen entre los 1 y 2 grados centigrados bajo cero, aunque debe tenerse en cuenta que no soporta las heladas.
Como contrapartida, es la tradescantia purpúrea es una planta que se adapta muy bien a los climas secos, ofreciendo una buena resistencia a las sequías; aunque para asegurar la obtención de ejemplares más fuertes y vistosos siempre será necesario asegurar un riego de dos veces a la semana durante los períodos de mucho calor. En invierno, la cuota de agua puede reducirse a una vez cada 10 días.
Multiplicación y poda de la Tradescantia purpúrea
La técnica de reproducción más utilizada con la tradescantia purpúrea es por esquejes punta de tallo durante todo el año, recomendándose cortar gajos de 10 a 12 centímetros de longitud para plantarlos en contenedores o en el propio jardín donde enraizarán rápidamente y sin necesidad de hacer trabajos especiales de preparación del suelo.
Respecto de las necesidades de poda de esta planta, es conveniente realizar un trabajo de limpieza de tallos y hojas sobre todo después de los inviernos duros, ya que esto ayudará a que rebrote con mayor fuerza cuando llegue la primavera.
También se puede llevar a cabo una poda de tallos para asegurar un crecimiento más compacto, o para controlar una expansión cuando se la emplea como cubresuelos en jardines o bordes.
