La costilla de Adán (Monstera deliciosa), también conocida como monstera, cerimán o mano de tigre, es una especie originaria de las regiones tropicales de América Central y del Sur, que se utiliza mucho como planta ornamental de interior, gracias a la particular apariencia de su follaje, su durabilidad, y a su facilidad de mantenimiento.
Se trata de una planta perenne con hábito de crecimiento horizontal, aunque también se puede desarrollar como trepadora con la ayuda de un tutor. Emite numerosas raíces aéreas que le permiten anclarse al suelo o al soporte en su caso. Tiene un tallo grueso y puede alcanzar con facilidad los 230 centímetros de largo, aunque en condiciones silvestres puede desarrollarse hasta los 20 metros.
La costilla de Adán posee unas hojas enormes, correosas, brillantes, cordadas, que pueden ser de hasta 90 centímetros de largo por 80 centímetros de ancho, y presentan profundos entrantes y orificios que permiten el paso del aire en zonas de intenso viento, lo que evita que sufran daños.
Sus grandes flores de color crema suelen aparecer al tercer año de su plantación, y los frutos demoran un año en madurar
La propagación de esta planta puede llevarse a cabo en verano usando esquejes apicales de tallo que se colocan directamente en la maceta definitiva. Es recomendable mantener una temperatura aproximada de 25 ºC y nebulizar para que el enraizamiento se produzca a las cuatro o seis semanas.
También pueden utilizarse esquejes de nudo, con o sin hoja, aunque en este caso su crecimiento puede ser más lento.
La reproducción por semillas para la obtención de plantas madre de costilla de Adán tiene más posibilidades de prosperar cuando se realiza en zonas donde predominan los climas tropicales.
La polinización de esta planta tiene que ser manual, debido a la corta vida fértil de las flores y los frutos emplean entre 8 y 12 meses en madurar completamente.
Costilla de Adán. Suelo, temperatura, iluminación y riego
Una de las ventajas que ofrece la costilla de Adán es que no es muy exigente con relación al suelo, pudiendo crecer sin dificultades en sustratos de cualquier tipo.
Dado su origen tropical, esta planta se desarrolla mejor en ambientes con niveles elevados de temperatura y humedad. Las temperaturas bajas suelen ocasionar la aparición de manchas oscuras en el follaje.
En cuanto a sus requerimientos de iluminación, la costilla de Adán no debe exponerse directamente al sol, ya que el mismo puede causar daños por quemadura en las hojas. En cambio, se desarrolla muy bien en ambientes sombreados.
Las plantas de esta especie demandan ser sometidas a riego una vez por semana durante el verano, y cada dos semanas en invierno. En ambas situaciones se deben evitar que el suelo se encharque.
