Cactus, cuidados y mantenimiento

Los cactus suelen ser las plantas que regalamos a quienes tienen poca paciencia para cuidar el jardín. Esa capacidad de sobrevivir a la adversidad hace del cactus una de las plantas más antiguas de la tierra, con unos 35 millones de años de existencia en América, de donde son oriundas. Aunadas a la capacidad de resistir largas temporadas sin agua están las espinas, típicas en todo buen integrante de la familia de las Cactáceas. ¿Cómo cuidarlos? A continuación algunos consejos.

Consejitos que no podemos dejar pasar si no queremos vivir la insondable decepción que se siente al perder un cactus. En primer lugar, lo más importante es que tengan un buen drenaje. Las raíces no son profundas, no hace falta que la maceta sea honda: pero sí ancha. En suma: dale a tu cactus una maceta con agujeros grandes en el fondo y guijarros que faciliten un buen drenaje.

La maceta para el cactus puede contener diversas especies juntas, éste es un buen modo de regular la cantidad de agua y de crear un efecto decorativo singular. En cuanto a la tierra y el sustrato, la ideal es nutrirla con humus de lombriz, resaca, carbón, vermiculita y/o arena gruesa. En lo que respecta a fertilizantes, existen en el mercado algunos especiales para cactus.

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Un dato fundamental, fundamental, es el tema del riego: la vida de los cactus es silenciosa y profunda. En el invierno ellos reposan, esto significa, no necesitan de ningún alimento. Recién a comienzos de la primavera es cuando se retoma el riego. El cactus se riega cada 15 o 20 días en primavera, y una vez por semana en verano. En todo caso, lo importante es que a la hora del riego el sustrato no muestre indicios de humedad. Un modo de corroborar el estado de la tierra es introduciendo un dedo. Recuerda siempre que el cactus no subsiste en suelos demasiado húmedos.

 

A la hora de transplantar el nuevo cactus a la flamante maceta, existe un método idóneo que evita nos pinchemos: este consiste en hacer con un papel una especie de lazo. De este modo, la planta queda bien sujetada y no nos hacemos daño.

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Los cactus también pueden sembrarse en casa. Sus semillas son casi invisibles de lo pequeñas, por lo que conviene mezclarlas con arena. Este procedimiento ayuda a una distribución pareja en la tierra. En este sentido, es más probable que el proceso salga bien si se usa un sustrato especial para cactus. Otro requisito de la siembra de cactus es conservar el recipiente con la futura germinación en un ambiente seco cuya temperatura supere los 20º. Cuando la planta comienza a despuntar, deberás llevar el recipiente a un sitio con menor temperatura. Las raíces demoran unos tres meses en desarrollarse. Pasado este lapso, podrás transplantar tu cactus bebé a su propia maceta.

En síntesis:

  • Riego: sólo en épocas cálidas y recién cuando la tierra denota ausencia de humedad (entre 20 días y una semana).
  • Drenaje: procura macetas anchas y no necesariamente profundas. Coloca piedras en el fondo y hazle bastantes orificios.
  • Tierra y fertilizantes: existen sustratos y fertilizantes exclusivos para los cactus, que son los que debes usar.

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Cristian
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