La Saponaria o hierba jabonera es una planta utilizada desde hace siglos como medicina contra disfunciones hepáticas y la tos o como planta ornamental, aunque su uso más conocido es como materia prima para la elaboración de jabones, gracias a las propiedades detergentes presentes sobre todo en sus raíces.
Este género reúne a alrededor de 20 especies herbáceas, siendo la más apreciada e importante para la fabricación de jabones la Saponaria officinalis, una variedad nativa de la zona central del continente europeo y del sudoeste europeo. En realidad, todas las saponarias son ricas en saponinas, moléculas de origen vegetal con propiedades similares a las del jabón, ya que producen espuma en contacto con el agua, pero que pueden resultar tóxicas si se ingieren en grandes cantidades.
La Saponaria se presenta como una planta herbácea vivaz y perenne cuyos tallos pueden alcanzar una altura máxima de 60 centímetros, con hojas opuestas elípticas a lanceoladas que pueden medir de 1 a 6 centímetros de longitud, y flores que brotan en el verano con cinco pétalos de color blanco, amarillo, violeta, y rosa o púrpura pálido, dependiendo de la variedad.
Esta planta se propaga fácilmente por rizoma, pero su cultivo hogareño inicial se lleva a cabo mediante el empleo de semillas que deben sembrarse durante la primavera en lugares soleados, en sustratos profundos, frescos y arenosos, pudiendo ser cultivadas en macetas en cualquier época del año. Para que la planta crezca sin problemas, se necesario mantener el suelo siempre fresco y un poco humedecido, abonándolo con fertilizantes orgánicos en el transcurso de las estaciones frías del año (otoño e invierno).
Es posible que en algunos países sea difícil obtener las semillas de Saponaria, sobre todo de su variedad officinalis, pero en estos tiempos existe la posibilidad de adquirirlas a través de Internet.
Como se dijo, la floración de la Saponaria se produce durante el verano, y al terminar la misma es necesario someter a la planta a una poda para que pueda regenerarse con mayor vigor.
No toda la planta de Saponaria se utiliza para la producción de jabón, ya que las saponinas se concentran únicamente en la raíz. Esto no significa que el aprovechamiento del tejido radicular implique la muerte de la planta, porque basta extraer una tercera parte del mismo después de un año de vida, justo antes o después de la floración (se calcula que 50 gramos de raíz son suficientes para generar un litro de limpiador líquido de concentración media).
Saponaria: Elaboración de jabón
La fórmula para obtener jabón a base de Saponaria es muy sencilla. Se necesita contar con 50 gramos de raíz (lavada y picada o rallada), una cucharadita de hojas de salvia, una cucharadita de hojas de romero, un litro de agua hirviendo y unas gotitas de limón.
En primer lugar, se colocan las hierbas y la raíz de Saponaria en un recipiente y se vierte el agua hirviendo sobre ellas. Posteriormente se tapa y se deja reposar durante un lapso de 45 minutos, al cabo de los cuales se procede a colar y envasar el jabón líquido en un envase de vidrio hermético.
Un método alternativo consiste en colocar las raíces en el agua y dejar hervir por 10 minutos y luego dejar reposar por una hora.
