Nativa de Eurasia, la bardana o cadillo (Arctium lappa) es una especie que se ha naturalizado rápidamente en otras partes del planeta, siendo aprovechada como planta comestible y hierba medicinal.
Se trata de una planta bienal herbácea de la familia de las Asteráceas y puede llegar a medir hasta dos metros de altura. Posee hojas rugosas, ovales, alternas y de extremidad redondeada con grandes peciolos. Las flores se agrupan en corimbos y son de color rojo violáceo intenso y con brácteas terminadas en ganchos, similares a las de muchas especies de cardos.
El fruto es una bola con muchos garfios o púas curvas que se adhieren al pelaje de los animales o la ropa para facilitar su propagación. De estos frutos viene su nombre científico, Arctium lappa. En griego, «arktos» significa oso y «lappos» significa aprehender o agarrar.
Para la elaboración de remedios caseros se utilizan principalmente las raíces de la bardana, y en ocasiones las hojas y las semillas. Sus raíces y tallos inmaduros son aprovechados también para la elaboración de comidas, sobre todo en Japón, China, Corea, y algunos países del sur europeo.
Esta planta suele utilizarse como depurativa, reductora de la hinchazón, y para el tratamiento de edemas, cálculos, artritis, herpes, acné, resfriados, infecciones urinarias, diabetes, etc. Obviamente, antes de su consumo es necesario consultar con un profesional médico para evitar posibles reacciones adversa. Igualmente se desaconseja su aplicación durante el embarazo y la lactancia.
Para los jardineros que desean experimentar el cultivo de esta especie en sus espacios verdes, las semillas son relativamente fáciles de conseguir y la planta es adaptable a cualquier nivel de luz y ala mayoría de los suelos.
Por lo general, la bardana forma una roseta el primer año y un pico de floración el segundo. La planta es fácil de cultivar y puede producir raíces de hasta 60 o 100 centímetros de largo en poco más de tres meses. Si se planea cosecharlas, es conveniente realizar la siembra en un sustrato arenoso y suelto.
La planta se autopropaga con mucha facilidad y puede convertirse en una molestia si no se controla adecuadamente. Esto no debe plantear ningún problema si se está continuamente retirando las flores secas y frutos de la planta o si se tiene la intención de utilizarla como una raíz vegetal. Otra manera de controlar la reproducción de la bardana es cultivarla en macetas.
Bardana. Suelo y siembra
La bardana crece y se desarrolla mejor en un suelo franco y con pH neutro. Las semillas deben ser estratificadas y germinan entre un 80 y 90 por ciento cuando se siembran directamente en primavera después de que haya pasado el peligro de heladas.
Las semillas se plantan generalmente a medio centímetro bajo el suelo, que debe mantenerse uniformemente húmedo. La germinación debería tener lugar en una o dos semanas.
Una vez que la simiente ha germinado, las jóvenes bardanas crecen rápidamente, pero toma algún tiempo para establecer una raíz pivotante de tamaño suficiente para su cosecha. Las plantas deben crecer separadas por un espacio de 45 centímetros, como mínimo.
