El mobiliario de jardín o muebles de exterior necesita tantas atenciones y cuidados como las plantas; si lo descuida o lo deja siempre a la intemperie, no tardará en deteriorarse. 
Cuando empiece la temporada de verano, repárelo y renueve lo que esté estropeado.
En primavera, cuando saque del trastero los muebles de terraza cepíllelos. Los de aluminio, además deben frotarse con un trapo empapado en aceite industrial antes de guardarlos; si lo hizo, límpielo ahora con un paño, agua y amoníaco.
Compruebe tornillos, pernos y remaches. Los remaches flojos se sustituyen por unos nuevos; apoye encima de una superficie dura y martille la cabeza del remache para que se plaste y quede firme.
Engrase con aceite industrial las partes móviles de muebles plegables. Hinche los elementos inflables y déjelos toda la noche para ver si hay fugas. Para arreglar los pinchazos, pegue parches con el pegamento adecuando según el material; a base de látex, para tejidos; solución de caucho y adhesivos de PVC para plásticos blandos y flexibles.
La mayoría de los muebles de jardín agradecen un tratamiento anual con pintura u otro agente preservante a excepción de los de metal plastificado. Proteja las bases de las patas metálicas con tacos especiales.
No saque el mueble de un lugar frío y húmedo y lo someta acto seguido a ese tratamiento. La humedad retenida en la pintura la haría saltar.
