Consejos para tener plantas saludables

Las enfermedades que atacan a las plantas cultivadas en jardines y en el interior de casa pueden tener efectos devastadores sobre las mismas. Sin embargo, muchos de esos males pueden prevenirse con tomar algunas precauciones que ayudarán a mantener la salud de la flora hogareña.

Es increíble comprobar que todavía hay muchas personas que no son cuidadosas al momento de comprar una planta nueva. Una comprobación del estado de salud de la misma (que sea fuerte y esté libre de parásitos y enfermedades) evitará futuros dolores de cabeza una vez que ya esté instalada en su sitio definitivo en un jardín o en una sala y recién entonces se descubra que no está sana.

Observar detenidamente entre las ramas y hojas puede ayudar, por ejemplo, a descubrir la presencia de manchas sospechosas o larvas. Si es necesario, no hay que dudar en desenterrar las plantas y controlar la salud de sus raíces. Un espécimen enfermo puede ser un peligro para el resto de las plantas presentes en casa, por eso la verificación de su estado es tan importante.

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La composición del suelo y el nivel de nutrientes presentes en el mismo es otro factor a considerar para preservar la buena salud de las plantas. Por eso, al momento de trasplantar un ejemplar recién llegado, conviene enriquecer el sustrato con una buena cantidad de materia orgánica, aunque su tipo variará según las especies que se quieren cultivar.

Por ejemplo, el estiércol compostado puede no ser adecuado para determinadas especies, por lo que debe consultarse son el viverista sobre cuál sería el mejor complemento para ellas. Por lo general, la tierra para macetas mezclada con un buen abono puede bastar para obtener especímenes saludables.

Otro aspecto a tener en cuenta si se desea preservar la buena salud de las plantas en casa es limpiar las plantas durante su crecimiento y al final de las temporadas de floración y fructificación. Quitar los frutos enfermos y eliminar las flores y hojas con manchas y marcas sospechosas, por ejemplo, pueden ayudar a limitar la propagación de enfermedades.

Una observación minuciosa y constante de las plantas será de gran ayuda para detectar rápidamente el ataque de una plaga o enfermedad en sus etapas iniciales, lo que permitirá en la mayoría de los casos tomar las medidas sanitarias necesarias para curar la planta y evitar la propagación del mal. Si se va a utilizar algún producto químico para esta tarea, conviene usar aquellos que no sean demasiado potentes o tóxicos que pudieran llegar a dañar al mismo ejemplar que se intenta salvar o a contaminar el suelo.

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Importancia del riego en la prevención de enfermedades

Para prevenir la aparición de enfermedades en las plantas también es importante saber administrar correctamente el agua, sobre todo durante el verano, evitando que el follaje de las plantas esté constantemente mojado, algo que puede favorecer el ataque de hongos.

Para ahorrarse disgustos, se recomienda regar las plantas echando agua directamente en el suelo alrededor de ellas y no en su parte superior, y cuidar que el sustrato o el contenedor tengan el drenaje adecuado para evitar la formación de charcos.

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Ruben
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