El naranjo dulce es una de las especies de árboles frutales que pueden cultivarse sin problemas en macetas u otros contenedores, aunque para ello se necesita tener en cuenta algunas de sus características particulares para hacer un buen trabajo y poder disfrutar de sus fragantes flores y ricos frutos.
Su nombre científico es Citrus sinensis, es originario de Asia Oriental y por lo general tiene un porte mediano (de 3 a 5 metros de altura), aunque ante determinadas condiciones ambientales puede alcanzar más de 10 metros.
El naranjo dulce posee un sólo tronco, derecho, cilíndrico y corto, de corteza verdosa que con el paso del tiempo adquiere un color pardo a grisáceo. Las ramas aparecen aaproximadamente a un metro del suelo. Las hojas son perennes, simples, alternas, medianas y alargadas, con peciolo alado, con base redondeada y terminadas en punta. Su borde es usualmente liso y su color es verde intenso.
Las flores de esta planta, conocidas como azahares, emiten un aroma agradable e intenso. Aparecen en las axilas de las hojas, solitarias o en racimos. Son de color blanco, conformadas por cinco pétalos consistentes y de apariencia cerosa. Los estambres son numerosos y están unidos en la base en una corona circular que rodea al gineceo.
Los frutos del naranjo dulce consisten en hesperidios (bayas modificadas) globosos, redondeados y ovalados, de 5 a 10 centímetros de diámetro. Están protegidos por una corteza algo rugosa de color naranja, mientras que en su interior carnoso y jugoso, de sabor agridulce o dulce.
Cada fruto contiene una cantidad de semillas blancas que miden algo más de un centímetro de largo.
El naranjo dulce puede reproducirse por germinación de una semilla, por trasplante de una estaca o por acodo, es decir, partiendo de una raíz.
El método de multiplicación más usual para los ejemplares en maceta es por semillas que se siembran primero en un pequeño contenedor con tierra estéril para luego traspasar la joven planta a su maceta definitiva.
Las semillas del naranjo dulce pueden retirarse de una de las naranjas consumidas en casa, seleccionando aquellas que no presentes manchas y cuidando de que no se sequen demasiado.
La simiente así obtenida se somete a un lavado para retirar los últimos restos de pulpa que pudieran haber quedado, para luego ponerlas en remojo en un vaso con agua durante una noche.
A continuación, las semillas del naranjo dulce se colocan en una toalla de papel humedecida con agua y se las envuelve totalmente con dicho material, y posteriormente se coloca todo en el interior de una bolsa de plástico, la que deberá ubicarse luego en un lugar cálido (entre 20ºC y 24 ºC) y con una buena iluminación natural.
Hasta que germinen, se debe cuidar que el papel que envuelve a los granos esté siempre húmedo.
Si las condiciones ambientales son óptimas, las semillas del naranjo dulce deberían estar germinando a las dos semanas. Una vez que las semillas se han separado y se aprecia una pequeña raíz que emerge, se procede a plantar cada semilla en una maceta pequeña llena de tierra estéril.
El trasplante a la maceta definitiva puede hacerse después de que cada planta haya desarrollado dos o tres conjuntos de hojas.
En esa instancia debe tenerse presente que los especímenes que se implanten van a tener muy restringido el volumen de suelo que explorarán sus raíces, la cantidad de nutrientes y de agua que se dispondrá.
Además, para poder crecer y desarrollarse, las raíces del naranjo dulce necesitarán de buenos niveles de oxígeno en el sustrato durante todo el tiempo. Para ello, es necesario dotarles de una mezcla muy rica en materia orgánica con materiales que no se compriman fácilmente y se compacten de tal manera que no permitan que el aire difunda libremente y que el agua infiltre con facilidad sin causar encharcamientos.
Una vez obtenida la mezcla del suelo, se prepara la maceta, colocándole sobre el agujero del fondo una pequeña piedra para impedir que por allí se pierda parte del sustrato por arrastre del agua que absorbe. Se coloca una capa de material drenante y a continuación se agrega un poco del sustrato sobre el fondo, para que las raíces entren en íntimo contacto con el suelo del contenedor y se coloca la joven planta en el centro con su pan de tierra.
Finalmente, se le agrega el resto del sustrato alrededor del terrón del naranjo dulce, apretándolo a medida que se lo va incorporando.
Cultivo de naranjo dulce: Dimensiones de la maceta
Al seleccionar la maceta que albergará a esta planta debe tenerse cuidado de que la misma sea mucho más grande que el terrón de la planta, para evitar inconvenientes con el crecimiento de las raíces.
Finalmente, el joven naranjo dulce se riega con agua que no contengan sales. Como luego del riego parte del agua drena por el agujero de la base de la maceta, conviene colocar debajo un plato que la reciba. Ese líquido debe volverse nuevamente al contenedor, ya que contiene parte de los nutrientes contenidos en el sustrato y que fueron arrastrados por el agua.
