De las aromáticas, el romero, o rosmarinus officianalis, es una de las que más fácilmente crece y se conserva, ya sea en maceta, jardín o huerta. Si planeas sumar esta exquisita hierba a tu familia de aromáticas, sabrás que no hay nada más motivador a la hora de cocinar guisos, carnes o verduras asadas, que incorporar en las recetas el fresco romero extraído de la propia huerta. Así que pues, manos a la obra.
Como sabrás, el romero es un arbusto perenne, de hojas delgadas y aspecto rústico, que desde tiempos inmemoriales impregna con su aroma los campos mediterráneos. Para cultivar el romero mediante gajos o esquejes, los pasos son sencillos, y tu planta estará afianzada una vez que eche raíces. Si se lo planta directamente en la tierra, el romero puede acompañarte por muchos, muchos años.
Tratamiento de los gajos o esquejes del romero
Los gajos o esquejes del romero se consiguen casi en cualquier vivero. De todos modos, si alguna amiga posee un romero en su jardín, puedes pedirle que te dé unos cuantos gajos de 12 cm. Verás que las características de la planta madre se trasladarán idénticas a sus hijas.
La siembra de esquejes de romero se realiza durante los primeros días cálidos del año, aunque si estás en otoño y aún hay buena temperatura, también es probable que tu cultivo de romero sea exitoso. En cuanto a las variedades del romero, no hay muchas diferencias entre unas y otras, sin embargo, puedes probar de conseguir distintas cualidades por internet.
Siembra del esqueje o gajo del romero
Para que el gajo de romero forme raíces colócalo en una maceta. Allí, puedes proporcionarle un suelo compuesto por dos tercios de arena más otro de esfagno o musgo. Cuida que la maceta reciba abundante luz solar, pero no de manera directa, ya que se trata de una planta bebé. Aliméntala diariamente con agua, y espera dos semanas a que el gajo de romero eche sus raíces.
Si vives o te encuentras en medio de un clima frío, puedes crearle a tu esqueje de romero un pequeño invernadero por medio de un nylon que envuelva la maceta, cuidando de hacerle algunos respiraderos en la parte superior. Al menos hasta que el gajo largue sus raíces.
Una vez que las raíces hicieron su aparición, la pequeña planta o plántula estará lista para ir a una maceta definitiva, o directamente a la tierra. Si las raíces son fuertes y el sol generoso, verás que el romero soporta bien todos los climas y tipos de suelo. Riégalo con frecuencia, pero recuerda no hacerlo en exceso.
