La acuaponía es una técnica de cultivo sostenible que presenta muchas ventajas respecto de los sistemas tradicionales, sobre todo en aquellas zonas donde donde el suelo es pobre y el agua escasa, ofreciendo la posibilidad de producir en pequeña o gran escala distintas especies vegetales, que van desde verduras de hoja hasta pequeños árboles ornamentales.
En esta oportunidad, se enumerarán algunos aspectos técnicos a tener en cuenta para el cultivo de una verdura de hojas como la lechuga (Lactuca sativa) aprovechando una unidad de acuaponía.
Esta planta herbácea originaria de regiones semitempladas crece especialmente bien en la acuaponía debido a la concentración óptima de nutrientes en el agua y a que precisa de una humedad relativa ambiente del 60 al 80%.
La lechuga es un cultivo de invierno, aunque si se produce bajo la protección de los invernaderos facilita su producción durante todo el año.
Para el crecimiento del ápice la temperatura del aire por la noche debe ser de entre 3° C y 12° C, con una temperatura de 17° C a 28° C durante el día. La planta tiene una baja demanda de nutrientes; sin embargo, el aumento de las concentraciones de calcio en el agua ayuda a prevenir la quemadura de la punta en las hojas en los cultivos de verano. El pH más adecuado para esta especie de planta es 5,8–6,2.
Las plántulas de lechuga pueden ser trasplantadas a una unidad de acuaponía con tres semanas de vida, es decir cuando las plantas tienen al menos dos o tres hojas verdaderas. Si se desea conseguir hojas más frescas y dulces, es conveniente cultivar las plantas de lechuga a un ritmo rápido, manteniendo altos niveles de nitratos en el agua.
Respecto de las condiciones de iluminación, la lechuga es muy agradecida si se ubica a pleno sol, aunque en aquellos lugares donde se registran temperaturas muy cálidas es mejor mantenerla en un sitio ligeramente sombreado.
Cuando la temperatura del aire y del agua aumentan de manera estacional, se aconseja recurrir a aquellas variedades que no florezcan y den fruto en forma prematura (verano). Si crecen en camas de arena conectadas a la unidad de acuaponía, deben plantarse nuevas lechugas para que reciban parcialmente sombra de las plantas más altas.
Cultivo acuapónico de la lechuga: Cosecha y conservación de las hojas
La recolección de la lechuga puede comenzar cuando se aprecia que las hojas están lo suficientemente grandes como para poder ser consumidas.
Una vez cosechadas, las lechugas deben conservarse a una temperatura de 0 °C y con una humedad relativa de 98 al 100 %, lo que permitirá que tengan una vida útil de alrededor de dos semanas posteriores a la cosecha.
