En busca de soluciones alternativas a las dificultades que representan los diferentes climas, los agricultores no dudan en implementar ideas como ésta, un invernadero bajo tierra. La idea no es nueva, hace al menos veinte años que se implementan los Walipini en regiones frías de Sudamérica para garantizar el sustento a pesar de las bajas temperaturas.
El sistema de construcción para un invernadero bajo tierra tiene sus pros y sus contras. No obstante, muchas veces no quedan más opciones y, pico y pala mediante, la gente comienza a adentrarse en las profundidades de la tierra.
Ventajas de construir un invernadero bajo tierra o Walipini
En primer lugar, la creación de un ambiente que brinda la posibilidad de conservar la temperatura y la luz de forma homogénea de forma constante posee la ventaja de proporcionar alimentos durante todo el año. Ese es, básicamente, el principio de todo invernadero. Ahora bien, la doble ventaja que conocen quienes tienen la posibilidad de contar con terreno suficiente para cavar un Walipini es la reducción notable del costo económico con respecto a los invernaderos artificiales o convencionales.
Walipini significa «lugar cálido». Los lugares cálidos bajo tierra son un recurso tal vez milenario, aunque descubierto por la agricultura occidental de manera relativamente reciente. Las proporciones de esos hoyos en la tierra varían de acuerdo a las necesidades puntuales y a las posibilidades de cada agricultor. En algunos casos, los granjeros hacen de estos invernaderos subterráneos un refugio para los animales.
Cómo se hace un Walipini o invernadero subterráneo
La maravilla del walipini es que pone en juego dos principios básicos para el cultivo en invernadero: el calentamiento pasivo del sol, y la garantía para las plantas de una estuctura que les dé cobijo. El modo en que se realizan es básicamente cavando un hoyo rectangular en la misma tierra. La profundidad aconsejable es de entre dos y tres metros.
El modo de proteger los vegetales cultivados dentro del walipini es mediante una manta plástica. Para hacer rendir al máximo la energía solar, es importante construir este invernadero de modo que durante el invierno el sol abarque el largo del rectángulo. Estas estructuras ecológicas y económicas para cultivo en invernadero necesitan de un pequeño ángulo cuya cara principal reciba la mayor cantidad de sol.
El ángulo se logra realizando con la tierra bien presionada una pared gruesa en la parte posterior del hueco. En el frente, por el contrario, debe realizarse una pared más chica.
El hecho de trasladar la producción de vegetales a lugares subterráneos significa que en la superficie habrá más espacio para cultivos más voluminosos,o criar ganado.
La población sigue en aumento y la extensión de tierra que se dedica a la agricultura es ilimitada. Así que tenemos que encontrar espacios alternativos para llevarla a cabo.