El frangipani (Plumeria rubra) es un arbusto o árbol pequeño nativo del sur de México y América Central cuyo cultivo se ha extendido a todas las zonas tropicales y subtropicales del mundo, debido a que el colorido de sus flores los convierte en una interesante pieza ornamental para los jardines.
Los ejemplares de esta especie de hoja caduca que en condiciones normales puede crecer hasta alcanzar entre los 6 y 8 metros de altura, y desarrollar una ancha copa de aspecto redondeado. Como se dijo anteriormente, su principal atractivo está conformado por sus flores que aparecen a fines de invierno y a principios de la primavera, y que se caracterizan por tener distintos colores, según la variedad de que se trate.
Los colores más comunes en las flores del frangipani son el rosa pálido, el rosa, el rojo carmesí, el amarillo pálido, el blanco marfil y el castaño bronce.
Por lo general, esta especie puede reproducirse fácilmente a partir de esquejes herbáceos, estacas leñosas, y estacas de madera blanda.
El enraizamiento de estos esquejes suele tener lugar durante la primavera o a principios de verano, y cuando se los entierra en su lugar definitivo se pueden colocar en un sustrato que combine una parte de materia orgánica, una de arena gruesa y finalmente una parte de tierra enriquecida con compost. Estas proporciones ayudarán a que el suelo pueda drenar bien y al mismo tiempo retener la humedad necesaria para la nutrición de la planta.
Debe tenerse en cuenta que, como se trata de pequeños árboles, se deben distribuir con un margen de separación de entre 3.5 a 5 metros de distancia entre uno y otro.
La mayoría de los ejemplares de frangipani pueden cultivarse a pleno sol y crecen sin inconvenientes en aquellas zonas donde las temperaturas invernales no suelen bajar de los 5 grados centigrados, permitiendo su siembra en el exterior.
En el caso de que se desee contar con esta especie en áreas de clima templado o donde se registran temperaturas muy bajas, es aconsejable cultivarla en espacios interiores que tengan una buena ventilación, un poco de luz y una temperatura ambiente promedio de 15 grados centigrados.
Frangipani: Necesidades de riego
Sobre sus requerimientos de agua, el frangipani necesita ser regado con generosidad en primavera y verano, pero siempre teniendo cuidado de que no quede agua encharcada ni en la maceta ni en el jardín. Antes de aplicar una nueva cuota de agua es necesario que la tierra se haya secado.
Cuando llega el otoño el riego se realiza con menos frecuencia hasta que se cae la totalidad de las hojas, que es el indicador de que se debe suspender el suministro de agua durante la época más fría del invierno y hasta un poco antes del inicio de la primavera.
