Un suelo salino es aquel que posee muchas sales como sulfatos, sodios, cloruros, entre otros ¿Cómo se determina si un suelo es salino? Se extrae una porción del suelo a analizar y se mide la conductividad eléctrica, si es esta es alta, es indicación de que el suelo es salino.
Un suelo salino es bastante perjudicial para las plantas. Con este tipo de suelo, el agua tendrá que consumir más energía a fin de absorber el elemento esencial de supervivencia: el agua. Incluso el agua que absorba vendrá con iones de sodio y potasio muy nocivos lo que tendrá como consecuencia deformaciones en la plantas, puntas quemadas, entre otros. Ahora bien, si el suelo es altamente salino, el agua nunca llegará a las raíces y como consecuencia, las plantas se marchitarán.
En lugares húmedos, donde llueve mucho es muy difícil que haya suelos salinos ya que el agua de lluvia se lleva todo. Pero en climas secos, hay muchas probabilidad de suelos salinos. Otros factores que influyen en la salinización es el tipo de agua que se utiliza en el riego (si contiene demasiada sales) y también las características geográficas del lugar. Para saber si un suelo es salino o no, basta con mirar las plantas que suelen verse desmejoradas como si les faltara agua. Si todavía hay dudas, lo mejor es ir a un laboratorio para que analicen la tierra.
Otro truco muy utilizado para diagnosticar es sembrar unas cuentas judías, plantas muy sensibles a la salinidad. Si al crecer estas son púrpuras en lugar de verdes, es señal de que el suelo es muy salino.
Con estas características, solo unas pocas plantas y árboles podrían plantarse. Por ejemplo, Acacias, Araucarias, algarrobo, pino, algunos tipos de palmera, arbustos tales como Crisantemo, Romero, Ricino. Además plantas trepadoras como Madreselva, Pasionaria, Hiedra, Cactus y plantas herbáceas.
Estas son sólo algunas de las plantas que resisten a este medio en particular. Pero si quieres plantar otros tipos de plantas, hay algunas consideraciones a tener en cuenta. Puedes regar más que de costumbre, pero debes asegurarte de que el agua baja sodio y potasio, ya que estarás incrementando la salinidad. Pero si el agua está bien, al regar arrastrarás estos minerales. Se pueden instalar drenajes para «lavar» el suelo. Otra opción es agregar calcio a la tierra lo que hará que el sodio tenga menos acción. El azufre es otro elemento muy bueno que junto al calcio hacen más apta a la tierra. Hay productos que pueden comprarse que se llaman correctores de salinidad, un compendio de varios nutrientes que inhabilitan el efecto de las sales. Abonar la tierra con este puede ser una gran solución también.
Buenísimo.