Plantas aromáticas: El cálamo (Acorus calamus)

El cálamo (Acorus calamus), también conocido como ácoro aromático, es una planta herbácea resistente, de raíz picante y aromática que se aprovecha como condimento en la industria alimenticia, como por ejemplo en la producción de cervezas y otras bebidas, y para la elaboración de golosinas.

Originaria del Asia Meridional, esta especie se ha adaptado muy bien a los suelos altamente húmedos y tiene una apariencia similar a la de los juncos. Sus hojas son puntiagudas y largas, llegando a medir de 60 a 180 centímetros de largo, poseen bordes afilados y pueden tener hasta 2,60 centímetros de ancho.

La floración del cálamo suele tener a partir de mediados de la primavera o durante los primeros meses del verano. Las flores son pequeñas y de color verde amarilleto, presentándose en forma de espiral o pico carnoso de unos 7 centímetros de largo.

El tallo de esta planta se prolonga bajo tierra en forma de rizomas de largas raíces adventicias y carnosas que tienen un agradable olor aromático y un sabor picante y amargo que se conservan después del secado.

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Estos rizomas se recolectan a principios de la primavera o a finales del otoño.

Como planta medicinal, el cálamo ha sido empleado para mejorar la digestión como carminativo y diurético, además de servir para bajar la tensión, espasmolítico, anticonvulsivante, y antirreumático tópico.

Su uso también ha servido para tratar inapetencias, gastritis, afecciones genitourinarias, gota, sobrepeso acompañado de retención de líquidos.

Como planta ornamental, el cálamo puede cultivarse en los bordes de estanques e incluso en jardines acuáticos en macetas, siendo su profundidad de inmersión sugerida de entre 5 y 15 centímetros y usando preferiblemente un sustrato arcilloso.

La multiplicación de esta especie puede hacerse por semillas en aquellas zonas climáticas donde los frutos pueden madurar y producir una buena simiente, o en su defecto por división de matas durante la primavera.

Para esto último se toman trozos de rizoma que tengan incorporadas algunas hojas, los que se pueden plantar en macetas y dejarlos madurar antes de trasplantarlos a sus lugares definitivos.

Los ejemplares de cálamo pueden crecer y desarrollarse sin inconvenientes, tanto a pleno sol como en áreas con sombra ligera, aunque puede salir beneficiada de la  sombra de la tarde en regiones con climas cálidos. Sin embargo, se recomienda contar con una exposición total al sol en caso de que el suelo de cultivo sea muy pantanoso.

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Cálamo (Acorus calamus): Necesidades de suelo y cuidados especiales

El cálamo puede cultivarse bien en un suelo promedio, siempre que el mismo se encuentre constantemente húmedo, ya que las plantas de esta especie no toleran los sustratos muy secos y pueden terminar quemándose. De manera similar, las puntas de las hojas pueden volverse marrones en períodos de frío extremo.

Entre sus cuidados especiales, se aconseja dividir las matas de cálamo cada tres años, ya que esto servirá para rejuvenecerlas y mejorar la estéticas de las hojas. Asimismo, se recomienda retirar la totalidad de las hojas amarillentas y secas.

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Ruben
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