El trasplante de las plántulas de coníferas de los almácigos a los canteros como paso previo a su plantación definitiva es una operación que tiene por objeto retardar el crecimiento del tallo en altura y estimular el desarrollo del sistema radicular, con la finalidad de ayudar a obtener ejemplares de tallo robusto, copa tupida y raíces sumamente ramificadas con gran número de raicillas.
La época ideal para el trasplante de las coníferas depende de la zona donde se encuentre. Por ejemplo, en las zonas de clima cálido el trabajo debe realizarse a mediados de invierno, mientras que en las zonas templadas el trasplante debe llevarse a cabo durante la última mitad de la temporada invernal. En el caso de las áreas climáticas muy frías, es conveniente realizar la operación antes de las nevadas o en primavera, después de que los efectos de las heladas en el suelo hayan desaparecido.
Las coníferas que estuvieron vegetando en forma tupida en los almácigos deben ser trasladadas al cantero del trasplante, generalmente al año de su siembra, colocándolas en hileras transversales, guardando una distancia de 20 centímetros entre hileras y de 6 centímetros entre plantas, en el caso de las zonas frías o semitempladas, mientras que en los ambientes donde imperen climas templados o cálidos la distancia entre hileras puede ampliarse hasta los 30 centímetros, mientras que las plantas deben colocarse separadas por 12 centímetros.
Antes de realizar el trasplante, la tierra del cantero debe trabajarse bien y desmenuzarse a suficiente profundidad, con el fin de facilitar el trabajo. Mientras se realiza la preparación del sustrato, es importante mantener las plántulas sumergidas en agua hasta la copa, para asegurar su supervivencia durante el tiempo que lleve a apertura de la tierra.
Una vez que los surcos fueron abiertos, se procede a trasplantar las coníferas y a cubrir la hendidura con tierra, tratando de que la porción más desmenuzada quede cerca de las raicillas. A continuación, se debe regar profundamente, de forma que la tierra alrededor de las raíces quede bien asentada.
Trasplante de Coníferas: Tiempo de permanencia en el cantero
El cantero de trasplante será el «hogar» de las jóvenes coníferas por un período de tiempo que varía según la especie cultivada y las condiciones climáticas que imperan en la zona. Por ejemplo, las especies de crecimiento lento, propias de las áreas geográficas frías, necesitan permanecer en el cantero durante al menos dos años, mientras que los ejemplares que van a crecer en zonas cálidas o cálido templadas y bajo condiciones ambientales favorables, sólo deberán permanecer un año en el cantero, antes de su trasplante definitivo.
Durante ese tiempo, es necesario mantener una serie de cuidados sobre los pequeños árboles, regándolos bien durante los días muy secos, mantener el sitio limpio de malas hierbas y vigilar la posible aparición de plagas. Antes de iniciarse la plantación definitiva de la conífera, que en las zonas cálido templadas debe efectuarse durante los meses de invierno y en las zonas frías puede realizarse en otoño antes de las primeras nevadas o a principios de primavera.
