Nativo del este de América del Norte, el cornejo florido (Cornus florida) es una planta con flor de gran valor decorativo debido a sus vistosas brácteas y estructura de la corteza interesante, siendo también lo suficientemente pequeña como para adaptarse sin inconvenientes a espacios verdes de dimensiones reducidas.
Se trata de un pequeño árbol de hoja caduca que rara vez llega a superar los 10 metros de altura, siendo a menuda más ancho que alto cuando llega a la madurez, con un diámetro de tronco de hasta 30 centímetros. Un espécimen de 10 años de edad se mantendrá cerca de los 5 metros de alto.
Las hojas del cornejo florido son opuestas, simples, ovales, de hasta 13 centímetros de largo por 6 centímetros de ancho, con un borde finamente dentado, algo que es imperceptible a simple vista. Este follaje adquiere un atractivo color marrón rojizo durante el otoño.
Individualmente, las flores de este árbol son pequeñas y discretas, con cuatro brácteas de color amarillo verdoso y de 4 milímetros de longitud. Alrededor de 20 florecillas se producen en una densa y redondeada umbela en forma de inflorescencia o pseudanthium de 1 a 2 centímetros de diámetro. Esta falsa flor está rodeada por cuatro brácteas blancas o rosadas que miden unos 3 centímetros de largo por 2,5 de ancho.
El fruto del cornejo florido consiste en un grupo de dos a diez drupas separadas, cada una de ellas de unos 15 milímetros de largo por 8 milímetros de ancho, que maduran a finales de verano y principios de otoño. Son de color rojo, aunque en ocasiones también se presentan en amarillo con un tono rosado.
La propagación de esta especie puede hacerse por esquejes de madera blanda a finales de primavera o por esquejes de madera semidura a mediados del verano.
Este árbol crece y se desarrolla mejor en un suelo ácido y húmedo, y su pH preferido varía entre 6,0 a 7,0.
Como se trata de una especie de sotobosque, es muy agradecido si se cultiva en un sitio con un poco de sombra en la tarde, pero con buen sol durante la mañana. Esto es importante en aquellas regiones con climas cálidos.
Cuidados del cornejo florido (Cornus florida)
Al cornejo florido no le gusta quedar expuesto a fuentes de calor como, por ejemplo, los alrededores de los compresores de aire acondicionado. También tiene poca tolerancia a la salinidad del suelo.
Para ayudar al sistema radicular a sobrellevar las altas temperaturas del verano, se puede recurrir a cubrir el suelo alrededor del árbol con unos centímetros de acolchado.
Se debe tener cuidado de no causar daños con las máquinas cortadora de césped en el tronco o las raíces, ya que esto aumenta la susceptibilidad del cornejo florido a las enfermedades y plagas.
