La salvinia gigante (Salvinia molesta), también conocida como maleza Kariba, es un helecho acuático flotante nativo del Sudeste de Brasil que se cultiva como planta ornamental, aunque su gran capacidad de propagación la ha convertido en una plaga nociva en muchas regiones del planeta.
Como muestra de su rápida expansión, cabe destacar que la denominación maleza Kariba se debe al hecho de que estas plantas llegaron a infestar gran parte del Lago Kariba, el espejo de agua artificial más grande del mundo ubicado a lo largo de la frontera entre Zambia y Zimbabwe.
Se trata de una planta de flotación libre que no se adhiere a la tierra, sino que permanece boyante en la superficie de un cuerpo de agua dulce. Las frondas son anchas y van de 0,5 a 5 centímetros de largo, con una superficie hirsuta causada por las hebras en forma de pelo que se unen en el extremo para dar lugar a amplias alfombras flotantes.
Esta última característica hace que se la utilice para para proporcionar un revestimiento impermeable. En los ejemplares más jóvenes, las hojas son de color verde brillante en su mayoría. A medida que las plantas crecen, se producen frondas más grandes que están ligeramente dobladas y se muestran más juntas a lo largo de los tallos.
La salvinia gigante se multiplica solamente por reproducción asexual, pero es capaz de crecer de forma extremadamente rápida, a partir de pequeños fragmentos y doblando en peso seco cada dos días. Crece a partir de fragmentos que se han desprendido o yemas latentes que han sido separadas de la planta principal. Cada nodo tiene cinco yemas por lo que el potencial de una rápida propagación es alto. También produce esporas pero son genéticamente defectuosas y no producen descendencia viable.
Uso ornamental de la salvinia gigante (Salvinia molesta)
Este helecho flotante se utiliza para ornamentar estanques y acuarios, y si bien no requiere mucho trabajo de mantenimiento, sí demanda mucha atención para evitar su propagación descontrolada.
Para crecer y desarrollarse sin inconvenientes, la salvinia gigante necesita aguas tranquilas y calientes, por eso prospera mejor en zonas donde imperan climas cálidos. En áreas en las que se registran temperaturas más bajas, se recomienda invernar los especímenes durante las temporadas frías o directamente comprar nuevas plantas cada año.
Aparte de su uso doméstico, esta especie suele ser aprovechada como abono en las tierras secas de cultivo cercanas a los cuerpos de agua donde crece. En Filipinas, un estudio para usar esta planta para el tratamiento de efluentes de aguas negras para un sistema de alcantarillado y recuperación del agua mostró que puede eliminar 30,77 por ciento de sólidos suspendidos totales, 74,70 por ciento de oxígeno disuelto y 48,95 por ciento de coliformes fecales.
