Plantas acuáticas: El papiro o palmera de paraguas (Cyperus alternifolius)

Conocida popularmente como palmera de paraguas, paragüitas, planta paraguas o papiro, la Cyperus alternifolius es una planta vivaz originaria de Madagascar que crece naturalmente en las orillas de los ríos y cursos de agua, y que es muy utilizada en el ámbito de la jardinería para bordear estanques o para decorar ambientes interiores cultivándola en distintos tipos de recipientes de agua.

En un principio conviene aclarar que no se trata del verdadero papiro (Cyperus papyrus), otro integrante de la familia de las ciperáceas del que difiere básicamente en la forma de sus hojas.

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En el caso de la planta paraguas, la misma se caracteriza por ser una planta robusta que vegetan a partir de rizomas cortos de los que surgen tallos que pueden alcanzar entre los 50 y 150 centímetros de altura, en cuyo extremo superior brotan hojas radiales de unos 25 centímetros de largo que se abren de manera similar a la las pencas de una palmera, logrando un aspecto parecido al de una sombrilla.

Esta especie puede resultar una buena incorporación para ornamentar un estanque, gracias a la facilidad de su cultivo y a que se puede lograr una buena combinación estética si se ubica junto a nenúfares o pontederias. Sin embargo, debe tenerse presente que si no se controla su expansión puede convertirse en una especie invasora que se extienda a cursos de agua naturales y termine desplazando a las plantas nativas.

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Dado que su crecimiento depende principalmente del agua, su principal uso se vincula con las zonas más llanas de los estanques y otros tipos de jardines acuáticos, aunque también pueden cultivarse en plena tierra, siempre que la misma conserve un alto nivel de humedad. El cultivo en maceta también es otra alternativa, teniendo cuidado de colocar estas plantas en contenedores donde la tierra quede completamente cubierta de agua.

El cultivo en exteriores de la Cyperus alternifolius puede realizarse sin problemas en aquellas zonas donde predominan climas cálidos donde no se registren heladas durante las estaciones frías del año. En otros lugares, se puede cultivar en interior, siempre y cuando se atienda su elevada demanda de agua, característica que puede ayudar a aumentar la humedad del aire en la sala en la que se encuentra, gracias a su enorme transpiración.

En el caso de los ejemplares que se cultivan bajo techo, es conveniente mantener un alto nivel de humedad ambiente, rociando frecuentemente las hojas  con la ayuda de un pulverizador.

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Esta planta es muy agradecida si se ubica a pleno sol o bajo sombra parcial, ya que mientras más iluminación natural reciba mayor será la cantidad de sombrillas que produzca. Asimismo, el suelo debe ser rico, compuesto de dos partes de turba húmeda por una parte de tierra de jardín y una parte de arena.

Multiplicación del papiro o palmera de paraguas

Como se dijo anteriormente, la palmera de paraguas o paragüitas es muy fácil de propagar, ya sea a través de semillas, por división de rizomas o por esquejes. En el primer caso, se deja dejar que las semillas crezcan y se sequen en la misma planta para lego recogerlas y plantarlas.

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La división de rizomas se hace cortando uno de los tallos hasta la base, se separa un tubérculo grande y externo con un cuchillo limpio y bien afilado, y se planta en otro sitio o maceta. La multiplicación por esquejes se realiza colectando tallos de 10 centímetros y colocándoles directamente en el agua hasta que rebroten, para luego volver a colocarlos en tierra.

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Ruben
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